La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó los permisos ambientales solicitados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para la construcción del libramiento de Tulum, una carretera de 26 kilómetros con tres entronques a desnivel que buscaba desviar el tránsito pesado fuera del centro urbano del municipio. El trámite había iniciado el 18 de mayo de 2021 y fue formalmente desistido por la propia SCT el 24 de septiembre de 2025.
De acuerdo con el oficio presentado por la SCT, firmado por la directora ejecutiva de Proyectos, Martha Vélez Xaxalpa, la dependencia decidió desistirse del trámite de Manifestación de Impacto Ambiental “por así convenir a los intereses de esta Secretaría”. Con ello, la Semarnat cerró el expediente y dio por concluido un procedimiento que llevaba más de cuatro años en evaluación.
El proyecto pretendía construir una vía, con una calzada de siete metros de ancho, acotamientos laterales de 2.5 metros y una velocidad máxima de 110 km/h. La nueva carretera iniciaría en el kilómetro 217+797 y terminaría en el 243+245 de la carretera federal 307, en terrenos pertenecientes a los ejidos Tulum y Jacinto Pat. Además, incluiría tres entronques a desnivel: uno hacia Felipe Carrillo Puerto, otro hacia Cobá y un tercero hacia Playa del Carmen.
Según la Manifestación de Impacto Ambiental elaborada por la SCT, el objetivo del libramiento era descongestionar el tránsito vehicular en el centro de Tulum, mejorar la seguridad vial, reducir tiempos de traslado y fortalecer la conectividad regional entre Cancún y Chetumal. La obra también formaba parte de un plan carretero federal impulsado desde 2011 y retomado en 2021 bajo el argumento de reactivar economías locales y disminuir la contaminación generada por vehículos pesados.
No obstante, el proyecto enfrentó desde su presentación observaciones ambientales significativas. En su MIA, la SCT reconocía que el trazo se ubicaba dentro del área de influencia de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an y a menos de 10 kilómetros de zonas núcleo y de amortiguamiento de esta Área Natural Protegida, además de hallarse a solo 2.45 kilómetros del santuario de tortugas Xcacel-Xcacelito.
Aunque el estudio planteaba medidas de mitigación como rescate de flora y fauna, programas de reforestación y control de emisiones, las autoridades ambientales consideraron que los riesgos de fragmentación del ecosistema y pérdida de cobertura vegetal eran elevados.
Con la resolución publicada por la DGIRA, el proyecto del libramiento de Tulum queda oficialmente cancelado, sin que hasta ahora se haya anunciado una alternativa vial o un rediseño ambientalmente viable.
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