En el principal puerto terrestre de comercio entre México y Estados Unidos, los motores permanecen apagados. Cerca de tres mil choferes de transporte de carga en Nuevo Laredo esperan poder renovar o tramitar su licencia federal, un documento indispensable para operar en rutas nacionales e internacionales.
La situación, denuncian los transportistas, no solo ha reducido la productividad, sino que pone en riesgo el flujo logístico en una frontera que moviliza millones de toneladas de mercancías cada año.
Choferes varados y unidades detenidas
En los patios de carga y bodegas del corredor industrial, camiones estacionados con los motores fríos reflejan el problema que enfrenta el sector.
“Estamos en una situación crítica. Muchos operadores no pueden salir a ruta porque no tienen su licencia vigente o las unidades no cuentan con placas. Esto retrasa los envíos y genera pérdidas económicas”, explicó un portavoz de la Asociación de Transportistas de Carga de Nuevo Laredo.
El rezago en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha alcanzado niveles sin precedentes. Los módulos de atención están saturados, y las valoraciones médicas obligatorias para renovar licencias se han convertido en otro cuello de botella.
Impacto económico y comercial
El retraso no solo golpea a las empresas locales, sino también al comercio internacional. Nuevo Laredo es el principal punto de cruce de mercancías entre ambos países, y la falta de operadores certificados retrasa los tiempos de entrega y eleva los costos de operación.
“Cada día que una unidad no circula, la empresa pierde. Y en este momento, decenas de camiones están detenidos esperando licencias o placas”, lamentó un empresario del transporte.
Las afectaciones también impactan a los clientes estadounidenses, quienes dependen del tránsito constante de productos alimentarios, electrónicos y automotrices.
SCT promete soluciones ante el colapso administrativo
Ante la creciente presión del sector, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes reconoció el rezago y anunció una reestructuración interna para agilizar los procesos en los módulos de licencias y medicina preventiva.
Según la dependencia federal, las medidas incluyen la digitalización parcial de trámites, la ampliación de horarios de atención y la contratación temporal de personal médico certificado.
“Estamos trabajando para normalizar la atención en las próximas semanas y reducir significativamente los tiempos de espera”, aseguró un vocero de la SCT.
Un problema que trasciende fronteras
La falta de licencias y placas federales en Nuevo Laredo tiene implicaciones que van más allá del ámbito local. Según datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), alrededor del 40% del comercio terrestre entre México y Estados Unidos pasa por este punto fronterizo.
Cada retraso representa un riesgo para la competitividad, especialmente en un contexto donde el nearshoring ha incrementado la demanda de transporte en el norte del país.
Los transportistas insisten en que la solución debe ir más allá de medidas temporales.
“Si no se moderniza el sistema de licencias, el problema volverá cada año. Necesitamos atención permanente y coordinación federal”, señaló el representante de la asociación.
Esperanza en movimiento
Mientras tanto, los choferes esperan con paciencia el regreso a la carretera. En medio de la incertidumbre, mantienen la esperanza de que la promesa de la SCT se cumpla y puedan retomar la ruta que sostiene el comercio binacional.
Porque en Nuevo Laredo, cada camión detenido no solo significa un retraso, sino una historia de esfuerzo que espera volver al camino.
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