La industria restaurantera en Quintana Roo cerrará 2025 con una contracción de hasta 18% en términos reales, advirtió José Julio Villarreal Zapata, presidente de la Canirac en el estado. Aun si los negocios trabajaran al 100% durante las posadas y celebraciones decembrinas, el balance anual seguirá siendo negativo frente a 2024.
Villarreal explicó que la caída es de alrededor de 12% en términos nominales, pero el impacto de la inflación eleva la pérdida real hasta 17 o 18%. Esta disminución afecta directamente a ventas, inversión y capacidad de operación, en un año marcado por una baja en el consumo y por mayores costos para los negocios.
La debilidad se hizo evidente desde diciembre. La primera semana del mes registró ocupaciones de apenas 65% a 70%, muy por debajo de lo que tradicionalmente se espera en temporada alta. Aunque en la segunda semana hubo una ligera recuperación y algunos restaurantes alcanzaron entre 80% y 85% de operación, estas cifras no serán suficientes para compensar el desempeño del resto del año.
A ello se suma que muchos establecimientos no abren el 25 de diciembre ni el 1 de enero y una parte importante tampoco ofrece cenas especiales de Navidad o Año Nuevo. Las razones incluyen temas operativos, costos y la necesidad de otorgar descanso al personal. Esto limita el potencial económico de las fechas que normalmente impulsan la actividad del sector.
Hubo cierres de restaurantes
Durante 2025 también se registraron más cierres que aperturas de restaurantes en el estado. Al menos 15 establecimientos bajaron definitivamente la cortina, después de meses sin lograr sostener su operación. Otros negocios optaron por estrategias de supervivencia, como mudarse a locales más pequeños, reducir su plantilla o ajustar su capacidad operativa para disminuir gastos.
El presidente de la Canirac explicó que este panorama no es exclusivo de Quintana Roo. Se trata de un fenómeno nacional, impulsado principalmente por la pérdida de poder adquisitivo de la población. Con menos dinero para gastar, las familias reducen el consumo en restaurantes y priorizan otros gastos esenciales.
A pesar de un cierre de año complicado, la industria no muestra señales claras de recuperación inmediata. El sector confía en que eventos especiales y la llegada de visitantes en 2026 puedan dar un respiro; sin embargo, la presión económica continúa y obliga a los negocios a analizar cada peso invertido.
El líder restaurantero llamó a fortalecer las condiciones que permitan la permanencia y competitividad de los restaurantes en Quintana Roo, pues la industria genera miles de empleos y forma parte fundamental de la experiencia turística del estado.


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