En el marco de los primeros 100 días del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía General de la República (FGR) han informado sobre una baja significativa en los delitos de alto impacto entre septiembre y diciembre de 2024.
Esta es una de las primeras grandes medidas que ha llamado la atención tanto a nivel nacional como internacional, pues promete marcar un antes y un después en las políticas de seguridad en México.
Los números presentados han causado un notable optimismo entre la ciudadanía y los analistas de seguridad, ya que los datos oficiales apuntan a que la reducción en los índices delictivos ha sido histórica.
Pero, ¿cómo se llegó a este punto? ¿Qué implicaciones tiene para el futuro de la seguridad pública en el país?
Contexto histórico y la estrategia de seguridad
El contexto de la violencia en México ha sido uno de los más complejos de la historia reciente del país. Los índices de homicidios, feminicidios, extorsión y robos se dispararon en años anteriores, alcanzando niveles alarmantes.
Durante el sexenio pasado, la estrategia de seguridad basada en el uso de fuerzas federales y locales no logró resultados sostenibles en términos de reducción de delitos de alto impacto.
Sin embargo, con la llegada de Claudia Sheinbaum al poder en 2024, se ha renovado el enfoque, buscando una transición de la guerra contra el crimen hacia una estrategia más integral y orientada a la construcción de paz.
Las cifras claves de la reducción de delitos
De acuerdo con los informes presentados, los datos reflejan una disminución en los delitos de alto impacto, registrando en promedio 601 delitos diarios, lo que representa la cifra más baja desde 2018, cuando la tasa diaria era de 969 delitos.
Entre los delitos con mayor reducción se encuentran los homicidios dolosos, el robo con violencia, y el feminicidio, con una disminución significativa que va del 38% desde 2018.
Según Marcela Figueroa Franco, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), estos avances son el resultado de un enfoque integral que incluye la prevención del delito, la mejora en la colaboración interinstitucional y un trabajo cercano con la ciudadanía.
Un enfoque integral: ¿Qué ha cambiado con Sheinbaum?
Una de las primeras promesas de campaña de Claudia Sheinbaum fue un fuerte compromiso con la seguridad, pero con un enfoque diferente al del pasado.
No se trata solo de reprimir la delincuencia, sino de crear las condiciones necesarias para una paz duradera. Esto incluye la atención a las causas sociales de la violencia, la justicia social, la mejor distribución de la riqueza, y la creación de más empleos.
El gobierno de Sheinbaum ha puesto especial énfasis en promover la seguridad ciudadana y la prevención del delito, con políticas como la recuperación de espacios públicos, el fortalecimiento de la educación y los programas sociales, y la creación de una política penitenciaria más eficiente.
La reducción de delitos del fuero federal
Otro aspecto destacado por la Secretaría de Seguridad ha sido la baja en los delitos del fuero federal, como el narcotráfico, el robo de hidrocarburos, y el uso ilegal de armas de fuego. Estos delitos, que durante años fueron parte central de las preocupaciones de seguridad en el país, han disminuido considerablemente, reflejando un éxito en las políticas anticrimen del gobierno actual.
¿Cómo impacta esto en la vida cotidiana de los mexicanos?
Para muchos mexicanos, la reducción de delitos de alto impacto representa una mejora significativa en su calidad de vida. La disminución de los homicidios y el robo con violencia da un respiro a las comunidades más afectadas por la violencia. Las nuevas estrategias también tienen un impacto directo en las actividades diarias de los ciudadanos, promoviendo la sensación de seguridad y bienestar.
Los desafíos que aún quedan por superar
Aunque los resultados obtenidos hasta ahora son indiscutibles, todavía queda mucho por hacer. La extorsión, uno de los delitos más complejos de erradicar, sigue siendo un problema persistente.
Además, la seguridad pública no solo depende de la acción gubernamental, sino también del compromiso de la sociedad, las empresas, y las fuerzas locales.
Lo que es cierto es que el gobierno de Claudia Sheinbaum ha dado un paso crucial hacia la creación de una cultura de paz, donde la prevención, la educación y la justicia social juegan un papel protagónico.
Los avances son significativos, pero la transformación de la seguridad en México requiere un esfuerzo sostenido a largo plazo.
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