El 10 de diciembre de 2024, las inmediaciones del Centro Médico ‘Adolfo López Mateos’, ubicado en Toluca, Estado de México, se vieron fuertemente custodiadas por efectivos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Esto no fue por un evento cualquiera, sino por la llegada del capo criminal Rafael Caro Quintero, quien ingresó al hospital para someterse a un procedimiento médico de rutina.
El nombre de Caro Quintero sigue siendo uno de los más sonados en el ámbito criminal mexicano. Fundador del Cártel de Guadalajara y responsable de varias acciones ilícitas en México y más allá, su notoriedad lo convirtió en uno de los hombres más buscados por las autoridades de Estados Unidos, que han ofrecido una recompensa de hasta 20 millones de dólares por su captura.
Los detalles del ingreso al hospital
Según informes del periodista Mario C. Rodríguez, Caro Quintero llegó al hospital alrededor de las 8:00 a.m. En esta ocasión, el ingreso fue para un chequeo médico programado. El hospital, del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), estuvo bajo estricta vigilancia mientras Caro Quintero recibía atención médica.
A las 8:45 a.m., después de la consulta, el capo fue escoltado de vuelta al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1, conocido popularmente como el Penal del Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, donde permanece recluido. Este es el segundo ingreso al hospital en menos de un mes, después de que el 11 de noviembre pasado, Caro Quintero fuera trasladado al mismo hospital para una cirugía ambulatoria relacionada con problemas de próstata que ha venido sufriendo durante los últimos años.
La salud de Caro Quintero: Un historial médico delicado
La salud de Rafael Caro Quintero ha sido un tema recurrente en su vida desde su captura en julio de 2022. A pesar de su avanzada edad y sus padecimientos crónicos, el capo sigue siendo una pieza clave en el entramado criminal mexicano, con la justicia estadounidense presionando para su extradición. Caro Quintero ha enfrentado problemas de salud significativos, que incluyen un crecimiento prostático anormal, que lo obligó a someterse a una cirugía de emergencia en septiembre de 2023.
Su estado de salud ha sido motivo de preocupación, tanto para las autoridades mexicanas como para las estadounidenses, que siguen presionando para que el capo sea entregado a la justicia de EE. UU. Sin embargo, a pesar de los problemas de salud, las autoridades mexicanas se han mostrado firmes en su postura de protegerlo dentro de las instituciones penitenciarias del país, a pesar de las constantes solicitudes de extradición.
La disputa legal: extradición y amparos
A pesar de su frágil estado de salud, Rafael Caro Quintero sigue siendo el capo mexicano más buscado en Estados Unidos. El Gobierno de ese país ha ofrecido una recompensa de hasta 20 millones de dólares por información que conduzca a su captura. En este contexto, el capo ha tenido una feroz disputa legal con la justicia mexicana para evitar su extradición. En septiembre de 2023, la jueza Laura Isabel Guerrero Vega le concedió una suspensión para recibir atención médica adecuada, destacando la necesidad de monitoreo constante por parte de especialistas en áreas como cardiología y urología.
Además, el 10 de diciembre, Caro Quintero recibió atención por sus problemas prostáticos, y aunque no fue necesario que permaneciera más tiempo en el hospital, su salud sigue siendo un tema de preocupación tanto para su defensa como para las autoridades que buscan mantenerlo en prisión mientras resuelven los trámites de su posible extradición.
El futuro incierto de Rafael Caro Quintero
A pesar de su deteriorado estado de salud, Caro Quintero sigue siendo una figura central en el crimen organizado en México. Su vinculación con los cárteles más poderosos del país y su rol en el Cártel de Guadalajara lo convierten en un enemigo público para las autoridades mexicanas y estadounidenses. Las autoridades de EE. UU. continúan ofreciendo recompensas por su captura, y la presión sobre el gobierno mexicano sigue siendo alta.
Por ahora, su futuro sigue siendo incierto: enfrenta enfermedades graves, una persecución judicial implacable y un entorno político que podría jugar un papel crucial en su eventual extradición o en el curso de su condena. Mientras tanto, su presencia en las noticias continúa, alimentando la intriga y el interés del público en México y más allá.
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