Empresarios advierten sobre el riesgo de desabasto de insumos, alza de precios en productos básicos y disminución del turismo, factores que podrían contraer la economía.
Ante la amenaza de una Tercera Guerra Mundial, Quintana Roo enfrenta la posibilidad de graves repercusiones económicas y sociales. Las proyecciones incluyen una contracción económica global que podría encarecer los productos básicos y causar desabasto de insumos esenciales en la región, dependiente de importaciones. Además, el turismo, columna vertebral de la economía local, podría verse afectado por la disminución de visitantes internacionales, particularmente de mercados europeos y asiáticos.
En este contexto, los empresarios locales advierten que los efectos de los conflictos bélicos internacionales trascienden fronteras, comprometiendo tanto la estabilidad financiera de las familias como la capacidad operativa de sectores estratégicos como el hotelero y el restaurantero.
Sergio León, presidente de Empresarios Por Quintana Roo, es también líder de una empresa de aduanas y ha visto cómo un conflicto al otro lado del mundo afecta la economía de las familias en Quintana Roo.
“La realidad es que es una temática complicada, difícil de entender. A veces sentimos que es un tema lejano, pero la realidad es que, hoy día, en este mundo globalizado, sí sufrimos una afectación por las guerras”, dijo.
Desabasto de comida y materia prima
Una de las principales preocupaciones es que un conflicto como el que se desarrolla entre Rusia y Ucrania puede dejar sin insumos específicos a diferentes regiones del mundo, como ha sucedido ya en el contexto de esta guerra.
“Ucrania se considera el granero de Europa por la alta productividad que tiene el sector primario, y por todos los granos que suministran a Europa y Europa del Este. Desde que empezó esta guerra, obviamente el sector primario de Ucrania ya no ha sido tan productivo como antaño y los demás países de Europa del Este, como Rumania, han tratado de llenar ese vacío, pero aún no lo logran”, dijo Sergio León.
Explicó que esto ha significado una escasez de granos en el mundo, lo que ha provocado que países latinoamericanos y asiáticos sean los nuevos proveedores de granos para toda Europa; sin embargo, aunque países como México abastecen el otro lado del mundo, en su mercado interno produce un alza de precios.
“El mercado ruso, en comparación, también ha sufrido algunas contracciones en sectores productivos. Por ejemplo, hay una contracción en el mercado de los metales y muy específicamente en el mercado ruso traemos una contracción para la salida y la entrada de divisas. Entonces, esto al final nos genera temas de contracción económica en el mundo”, agregó.
También dijo que, de continuar esta guerra, puede significar afectaciones para los quintanarroenses en los precios de consumo de productos primarios, pero también en turismo. “Nos genera temas de desabasto, de aumento de los precios en el consumo diario. A veces, cuando nosotros vamos al supermercado o al mercado y queremos comprar productos primarios, los vemos a unos precios más altos, por lo menos un 20%, que va derivado de la guerra”, dijo.
Turismo limitado
En el turismo también podría haber afectaciones ante el peligro del estallido de una guerra mundial, ya que las prioridades cambian.
“Obviamente, desde que empezó el conflicto, dejamos de tener tantos turistas como los teníamos antes. Algunos mercados emergentes, dentro de ellos el rumano, visitan e invierten en Quintana Roo, así que obviamente va a continuar esta disminución de turistas y por ende nos afecta en el sector primario que tenemos nosotros”, comentó.
Además, Quintana Roo, como uno de los principales mercados de consumo, podría resentir la falta productos primarios, como harina, lácteos o carnes.
“No hay que dejar de ver el mercado de consumo. Cuando un estado como Quintana Roo, que consume más de 12 mil millones de dólares al año en materia de bebidas alcohólicas, no alcohólicas, alimentación, calzado, textil, decoración y construcción, y hablamos en la parte de lo que son los granos que utilizamos al día a día para cualquier tipo de preparación, sigue contratando a la exportación, donde les paga más a los otros localmente, pero a nosotros nos cuesta más dinero comprar esos granos. Entonces, tenemos la primera afectación en disminución de turismo directo y la segunda afectación que va a ser un alza en los precios de los productos básicos o primarios”, explicó.
Dijo que actualmente se está viviendo una situación económica mundial muy difícil, debido a que existen otras zonas en conflicto, además de Ucrania y Rusia, tales como Palestina e Israel o la guerra silenciosa entre Rusia y China. Además, con el Partido Republicano tomando el control de Estados Unidos se espera una sacudida en diferentes temas, como las políticas migratorias y de seguridad.
“Estamos en un momento, como mexicanos, como quintanarroenses, en donde debemos empezar a cuidar las finanzas, a disminuir los créditos y empezar a cuidar un poco lo que es el flujo de efectivo en las cuentas, tanto a nivel empresarial como a nivel ciudadano. ¿Por qué? Porque 2025 puede ser un año un poco complicado porque va a continuar esta recesión o esta contracción económica, independientemente de lo que nos genere a nivel turístico”, recomendó.
Por lo pronto, el empresario Sergio León sugirió esperar a conocer la evolución del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Este miércoles, varias naciones, incluido México, se pronunciaron por evitar una escalada en las agresiones, mientras que Estados Unidos y otros países aliados continuaron enviando armamento y recursos a Ucrania. Por esto, el futuro inmediato de un estallido mundial es incierto.
“El que ahora tengamos el repunte de este conflicto que tienen Rusia y Ucrania es preocupante. Debemos esperar algunas horas más para ver qué es lo que va a seguir, tanto con la OTAN como con Estados Unidos, pero sí puede traernos una afectación económica de contracción de mercados y un alza en los precios de los productos básicos de consumo”, advirtió.
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