El eco de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue retumbando en México, 11 años después de aquel hecho que marcó la historia reciente del país. La más reciente manifestación conmemorativa en la Ciudad de México no solo recordó a las víctimas, sino que también desató un debate sobre el equilibrio entre el derecho a la protesta y la estabilidad económica de la capital.
Un aniversario que volvió a encender las calles
La tarde del viernes, miles de personas se reunieron en el corazón de la capital para exigir justicia por los 43 normalistas desaparecidos. Sin embargo, la protesta derivó en enfrentamientos y actos vandálicos atribuidos al llamado bloque negro.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX), la movilización afectó directamente la operación de 4,527 comercios, generando pérdidas que superan los 21.9 millones de pesos en ventas.
El reclamo de los empresarios
Vicente Gutiérrez Camposeco, presidente de Canaco CDMX, señaló que estas protestas ponen en jaque a los pequeños y medianos empresarios que dependen del flujo diario de clientes.
“Estos ataques no solo perjudican la economía, también deterioran la imagen de seguridad y movilidad de la ciudad, algo crucial de cara al Mundial de Futbol 2026”, declaró en un comunicado.
La Cámara pidió la aplicación de la ley para quienes encubren su identidad con máscaras y pasamontañas, así como sanciones más estrictas para evitar futuros desmanes.
La protesta y su trasfondo
El caso Ayotzinapa es uno de los episodios más dolorosos de México contemporáneo. En septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos desaparecieron en Iguala, Guerrero, y hasta hoy sus familias siguen esperando respuestas.
Las manifestaciones anuales son un recordatorio de que la herida continúa abierta. Sin embargo, cada año también surge la discusión sobre los límites de la protesta, el papel de las autoridades y los daños colaterales para los ciudadanos y empresarios de la capital.
Un reto para la CDMX rumbo a 2026
De cara al Mundial de Futbol 2026, las preocupaciones no son solo económicas, sino también de imagen internacional. La Canaco CDMX advierte que eventos como este proyectan inseguridad y caos, factores que pueden afectar la llegada de turistas e inversiones.
Por eso, insiste en que se debe proteger tanto el derecho a manifestarse como el derecho al trabajo. Un desafío enorme para las autoridades locales que deben responder a la exigencia social de justicia sin descuidar la estabilidad de la ciudad.
Entre memoria y estabilidad
La protesta por los 43 de Ayotzinapa dejó una vez más claro que la memoria no se apaga. Pero también recordó que las marchas pueden tener un alto costo económico. El reto está en encontrar un punto de equilibrio donde la exigencia de justicia no destruya lo que miles de familias construyen cada día: sus negocios y su sustento.
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