Después de intensas negociaciones en la Secretaría de Gobernación (Segob), productores de maíz de distintas entidades del país acordaron aceptar un apoyo de 950 pesos por tonelada, como resultado de las mesas de diálogo sostenidas con autoridades federales y estatales.
El encuentro, que se prolongó por más de cinco horas, buscaba resolver el conflicto por el precio del maíz, que provocó bloqueos carreteros en diversos estados. Aunque los productores consideraron que el acuerdo no es el ideal, señalaron que representa un avance para continuar las conversaciones.
“No es lo mejor, pero tenemos un número”: productores
A su salida de la Segob, Mauricio Pérez, representante de los productores de Guanajuato, explicó que el monto acordado fue resultado de un consenso entre el gobierno federal y los gobiernos estatales.
“No hubo mucho para negociar, pero por lo menos hoy tenemos un número. No es lo mejor que pudimos obtener, pero es un inicio”, declaró.
Por su parte, Édgar Ortiz, productor representante de Jalisco, indicó que aún quedan puntos por resolver, entre ellos las reglas de operación y las negociaciones con la industria:
“Vamos a trabajar en conjunto para mejorar el precio base de 5 mil 200 pesos, aunque no hay una fecha definida para continuar con la industria”.
Bloqueos carreteros, en evaluación
Los representantes agrícolas afirmaron que el levantamiento de bloqueos dependerá de las decisiones colectivas que tomen en los próximos días.
“Buscaremos la manera de que se retiren los bloqueos; algunos continuarán de manera parcial mientras se definen nuevos acuerdos”, mencionó Ortiz.
Hasta el momento, los campesinos mantienen puntos de manifestación en carreteras de estados como Sinaloa, Jalisco, Guanajuato y Michoacán, donde exigen un precio justo para el maíz y mayor transparencia en los apoyos gubernamentales.
Participación del gobierno federal
En la reunión participaron el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, el subsecretario de Gobernación, César Yáñez, y el subsecretario de Agricultura, Leonel Cota.
Las autoridades reconocieron la disposición del sector agrícola para continuar el diálogo y afirmaron que los apoyos buscan “mantener la estabilidad del campo mexicano sin afectar las finanzas públicas”.
El acuerdo representa una salida temporal al conflicto que lleva semanas afectando la distribución de granos y el tránsito carretero en diversas regiones del país.
Lo que sigue para el campo mexicano
Aunque los 950 pesos no representan un precio de garantía, los productores confían en que el diálogo con la industria permita alcanzar mejores condiciones comerciales antes de que concluya el ciclo agrícola actual.
La expectativa se centra ahora en las siguientes reuniones con autoridades federales y representantes de la industria del maíz, donde se buscará revisar las bases de comercialización y el apoyo directo al productor.
El mensaje general es claro: el campo no se detiene, pero necesita soluciones de fondo que garanticen su viabilidad económica a largo plazo.


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