Productores de maguey y colectivos de Hidalgo anunciaron que marcharán el próximo 26 de octubre en la Ciudad de México en protesta contra la instalación del Parque Fotovoltaico en los municipios de Singuilucan y Epazoyucan, ubicados en la región magueyera del estado. La movilización partirá a las 11 de la mañana del Museo Indígena, en la Antigua Aduana de Peralvillo, rumbo al Zócalo capitalino.
Durante una conferencia frente a Palacio Nacional, Brisa Fernanda Flores, del colectivo El Maguey la Casa de Todos, explicó que este megaproyecto afectaría a cientos de familias, ya que el gobierno estatal planea instalar celdas solares en aproximadamente 800 hectáreas de tierra agrícola.
Impacto en la agricultura y la tradición
Flores detalló que la zona afectada es altamente productiva, dedicada a cultivos de maguey, cebada, avena, maíz y frijol, lo que constituye el sustento de numerosas familias. Subrayó que la instalación del parque solar cambiaría el uso de la tierra a industrial, poniendo en riesgo el oficio ancestral de los tlachiqueros y tlachiqueras, responsables de la extracción de aguamiel para la producción de pulque, una tradición que data de la época de Mesoamérica.
“La devastación de las plantas de maguey significa perder un oficio con raíces prehispánicas, que da identidad no solo a Hidalgo, sino a México”, afirmó Flores, recordando que cada familia mantiene alrededor de 20 hectáreas de maguey.
Además, explicó que las celdas solares estarían muy cerca de algunas viviendas, violando la recomendación de mantener una distancia mínima de cinco kilómetros de las comunidades, y señaló que el proyecto carece de Estudio de Impacto Ambiental y de consulta a los pobladores afectados.
Marcha del Color de Maguey
Durante la conferencia, productores y expendedores repartieron pulque en pencas de maguey a los transeúntes del Zócalo, como parte de la campaña de concienciación llamada Marcha del Color de Maguey. El objetivo es visibilizar los riesgos que enfrenta la región y la devastación potencial de flora y fauna, así como los daños irreversibles a las tierras ancestrales vinculadas a la cultura pulquera.
Los organizadores destacaron que su lucha no solo es ambiental, sino también cultural, defendiendo la gastronomía, pulperías, tinacales, ranchos y magueyales, a través de expresiones artísticas como poesía, literatura e investigación que preservan la memoria histórica de estas comunidades.
Derechos indígenas y consulta obligatoria
Los productores recordaron que la Constitución mexicana reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a la libre determinación, incluyendo la consulta previa sobre medidas legislativas o administrativas que puedan impactar su vida o entorno. Esta normativa busca asegurar que las comunidades otorguen su consentimiento o lleguen a un acuerdo antes de ejecutar proyectos que afecten sus territorios.
Por ello, la Marcha del Color de Maguey representa un llamado a las autoridades para respetar los derechos de las comunidades indígenas y proteger la tradición y economía local vinculada al cultivo de maguey y la producción de pulque.
La movilización en CDMX por parte de productores y colectivos de Hidalgo busca frenar un proyecto que podría transformar 800 hectáreas de tierra agrícola en área industrial, amenazando la tradición milenaria del pulque y el sustento de numerosas familias. La Marcha del Color de Maguey no solo es una protesta ambiental, sino también un acto de defensa cultural, que recuerda la importancia de respetar los derechos indígenas y preservar las prácticas ancestrales que forman parte del patrimonio histórico y cultural de México.


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