Una captura que sacude Frontera Comalapa
En un operativo coordinado por fuerzas federales y estatales en Chiapas, fueron capturados Alexis Uriel “N” y un menor de edad, presuntos integrantes del Cártel del Maíz, una organización criminal que opera como brazo armado del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La detención ocurrió el 12 de enero en un tramo carretero de Frontera Comalapa, cuando los detenidos dispararon contra los agentes al percatarse de su presencia. Según la Fiscalía General del Estado (FGE), los sujetos llevaban un arsenal que incluía un rifle AR-15, una escopeta calibre 12 y cartuchos útiles. También se incautaron sustancias ilegales y un vehículo Chevrolet Spark blanco.
El Cártel del Maíz: un grupo que siembra el terror
El Cártel del Maíz, cuyo nombre proviene del acrónimo “Mano Izquierda”, surgió en 2022 como una facción aliada del CJNG. Desde su aparición, se ha visto involucrado en desapariciones forzadas, extorsiones y agresiones contra activistas que defienden recursos naturales en Chiapas.
Un caso que marcó a la región ocurrió en enero de 2023, cuando miembros del grupo obligaron a elementos de la Guardia Nacional a abandonar una base en San Gregorio Chamic, robando el arsenal de la corporación. Este evento evidenció el poder y la impunidad con la que operan en la zona.
La respuesta de las comunidades y las autoridades
La captura de estos presuntos sicarios representa un avance en los esfuerzos por restablecer la seguridad en Chiapas. Sin embargo, organizaciones locales y periodistas han denunciado que los conflictos armados en la región son complejos, con múltiples actores involucrados.
En este contexto, surgió el llamado Consejo Indígena, una agrupación que prometió defender a las comunidades del Cártel del Maíz. Investigaciones periodísticas, no obstante, apuntan a que este consejo podría estar vinculado al Cártel de Sinaloa, lo que sugiere una lucha de poder entre grupos criminales.
¿Qué sigue para Chiapas?
Las autoridades investigan la posible participación de Alexis Uriel “N” y su acompañante en otros delitos relacionados con el tráfico de armas y el crimen organizado. Mientras tanto, los pobladores de Frontera Comalapa enfrentan el reto de recuperar la tranquilidad en una región marcada por la violencia.
Este caso pone en evidencia la urgente necesidad de reforzar las estrategias de seguridad y de garantizar que las comunidades afectadas no queden atrapadas en medio de un conflicto que parece no tener fin.


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