Las principales presas de Nuevo León, vitales para el suministro de agua en la región metropolitana de Monterrey, mantienen niveles de almacenamiento altos y estables al 6 de junio de 2025, un factor crucial ante la inminente temporada de calor y el inicio del ciclo de ciclones.
Al 6 de junio de 2025, los niveles de almacenamiento de las principales presas en Nuevo León se mantienen en parámetros altos y estables, sin cambios significativos en comparación con los días previos, según el informe más reciente de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Esta noticia es de vital importancia para los habitantes del área metropolitana de Monterrey, quienes han vivido episodios de escasez hídrica en el pasado y mantienen una constante preocupación por el suministro de agua.
El monitoreo diario del estado de las presas es un dato fundamental, especialmente ante la próxima temporada de calor intenso, que incrementa la demanda de agua, y el inicio de la temporada de ciclones, donde las precipitaciones podrían modificar significativamente el panorama hídrico.
Aunque las lluvias recientes han contribuido a mejorar el suministro hídrico, se ha observado una ligera disminución en los niveles de la presa Cerro Prieto respecto al día anterior y al cierre de mayo, y El Cuchillo también ha bajado ligeramente en las últimas 24 horas.
Fragilidad Hídrica a Pesar de Niveles Actuales y Necesidad de Gestión Proactiva
La región de Monterrey ha sufrido crisis hídricas severas en el pasado, lo que ha generado una alta sensibilidad pública sobre el tema del agua. La inminencia de la temporada de calor intenso aumenta la demanda de agua, y la temporada de ciclones, aunque puede traer lluvias, es inherentemente impredecible en su impacto sobre los niveles de los embalses.
Las ligeras disminuciones en las presas clave, sumadas a la alta demanda esperada por el calor y la incertidumbre de las lluvias futuras, sugieren que la situación hídrica, aunque favorable en este momento, es inherentemente frágil. La dependencia de fenómenos meteorológicos para mantener los niveles de llenado es un factor de riesgo constante.
Esto implica que, a pesar de las buenas noticias actuales, la región de Monterrey no puede permitirse bajar la guardia en la gestión del agua. La situación subraya la necesidad crítica de una gestión hídrica proactiva y sostenible, que incluya no solo el monitoreo constante de las presas, sino también la implementación de medidas de conservación del agua, programas de eficiencia en el uso y la exploración de fuentes alternativas a largo plazo.
La sensibilidad de los niveles a cambios menores y la dependencia de fenómenos climáticos refuerzan la vulnerabilidad hídrica de la región, haciendo que la noticia, aunque positiva, contenga un subtexto de cautela y la necesidad de preparación continua para futuros escenarios de escasez.
«El agua es vida. Los niveles de nuestras presas son un respiro, pero la gestión responsable es la clave para el futuro.»


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