Cargar gasolina, algo tan cotidiano, se ha convertido en un acto que mezcla frustración y miedo en el México actual. Con un precio promedio de 23.97 pesos por litro de magna, y la constante amenaza de inseguridad en las carreteras, los conductores enfrentan una doble carga que parece no tener fin.
¿Por qué es tan cara la gasolina en México?
El costo elevado de la gasolina no es nuevo, pero sigue siendo un tema que afecta directamente la economía de las familias. De esos 23.97 pesos por litro, más de 10 pesos corresponden a impuestos:
- 6.4555 pesos son por el IEPS.
- 3.3062 pesos se deben al IVA.
En comparación, en Estados Unidos el precio equivalente es de 16.42 pesos por litro, lo que deja en evidencia las cargas fiscales desproporcionadas que enfrentamos en México.
Además, seguimos dependiendo de la importación de 6 de cada 10 litros que consumimos, ya que proyectos como la refinería Dos Bocas operan al 9.4% de su capacidad.
La inseguridad en carreteras: un peligro constante
Mientras los altos precios de la gasolina golpean el bolsillo, la inseguridad en las carreteras afecta directamente la vida de los viajeros. Un reciente caso en la autopista México-Querétaro ilustra esta realidad. Patricia González fue víctima de un secuestro exprés tras detenerse a cargar combustible. Según los delincuentes, detenerse en gasolineras es «una invitación al peligro».
Carreteras más peligrosas de México:
- México-Querétaro: Responsable del 29% de los robos en carreteras.
- México-Puebla: Concentra el 15% de los delitos.
- México-Pachuca: Registra un 12% de los incidentes.
¿Qué está haciendo el gobierno?
La Guardia Nacional cuenta con solo 5 mil unidades de patrullaje para los 178,217 kilómetros de carreteras en el país. Aunque se planea agregar mil unidades más este año, es evidente que la cifra es insuficiente para enfrentar la inseguridad rampante.
Por su parte, Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), encargado de administrar las vías, ha sido señalado por su falta de acción y mantenimiento en carreteras clave, lo que incrementa la sensación de abandono e indefensión entre los ciudadanos.
¿Qué alternativas tenemos?
Ante este panorama desalentador, es necesario que el gobierno adopte medidas urgentes:
- Reducir los impuestos a los combustibles para aliviar el impacto económico.
- Aumentar el patrullaje y la vigilancia tecnológica en las carreteras más peligrosas.
- Transparentar el uso de recursos en proyectos energéticos como Dos Bocas, garantizando su funcionalidad al máximo.
Un camino por recorrer
En un país donde cargar gasolina puede ser un riesgo tanto económico como físico, es fundamental replantear las políticas energéticas y de seguridad. México tiene el desafío de garantizar que los ciudadanos puedan transitar con tranquilidad, tanto en sus bolsillos como en su seguridad.
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