El viaducto elevado del municipio de Progreso entrará en operación el próximo lunes 10 de noviembre, para finalizar la espera de su puesta en marcha desde la conclusión de su construcción, reveló el subsecretario de Gobierno y Desarrollo Político, Pablo Castro Alcocer.
La fecha fue revelada durante una reunión sostenida con vecinos de las calles 25 y 46 del centro de Progreso, quienes llevan tiempo reclamando que la construcción terminó desde hace más de dos meses y los camiones de carga siguen circulando por las calles del centro del puerto.
La obra tiene la finalidad de conectar directamente la carretera Mérida-Progreso con la terminal remota del puerto, eliminando el paso de camiones de carga por las vialidades urbanas. La empresa constructora ICA, concesionaria de la obra, reportó haber concluido los trabajos el 31 de agosto de este año, aunque el proyecto permanece sin operación desde entonces.
Continúan las molestias
Lo anterior provocó molestias entre habitantes del centro de Progreso, quienes acusan que los camiones pesados siguen circulando por calles como la 25, la 46 y la 86, generando ruido, vibraciones e inseguridad vial.
Como presión, el pasado domingo bloquearon durante 12 horas la calle 25 por 62 para exigir que la obra finalmente se ponga en operación. Resultado de dicho bloqueo, se pactó la reunión en la que se anunció la puesta en marcha.
Durante el anuncio, Pablo Castro Alcocer explicó que aunque el viaducto comenzará a operar de inmediato, las calles actuales continuarán habilitadas como rutas alternas en casos de accidente, mantenimiento o contingencia, a fin de no afectar la movilidad urbana. Asimismo, afirmó que el gobierno mantiene mesas de diálogo con transportistas locales y foráneos para asegurar que las unidades de carga utilicen la nueva vialidad.
Los vecinos en la reunión manifestaron criticaron los múltiples retrasos y exigieron garantías de que la obra funcionará de forma gratuita o con tarifas claras. También pidieron que se establezca un sistema de monitoreo y sanción para empresas que incumplan con el desvío obligatorio al nuevo paso elevado, lo que ayudará a garantizar que se cumpla el principal propósito de la obra.
Una solución al tránsito pesado
El viaducto elevado de Progreso es una obra diseñada para evitar que los vehículos de carga crucen por las calles del centro del puerto.
El proyecto de infraestructura se trata de un puente elevado de más de 2 kilómetros de longitud, construido sobre el antiguo libramiento, que desviará el tránsito pesado hacia un acceso exclusivo al puerto, evitando así su paso por zonas habitacionales y turísticas.
Su propósito principal es mejorar la movilidad y la seguridad vial, reducir la congestión urbana, disminuir los riesgos para los peatones, y proteger la infraestructura urbana del centro de Progreso, que durante años ha sufrido deterioro por el tránsito constante de transporte pesado.
Además, busca agilizar las operaciones logísticas del puerto, uno de los más importantes del sureste mexicano.


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