Recientemente se reportó el avistamiento de un ejemplar del pez diablo en uno de los cuerpos de agua que rodean el municipio de Bacalar. La presencia de esta especie en la zona ha llamado la atención de especialistas, debido a las posibles afectaciones a la biodiversidad que podría causar su propagación.
La especialista en biología marina, Isaura Navarrete, explicó que el pez diablo es una especie que ha comenzado a invadir gradualmente las costas de México, especialmente en los estados del Golfo de México. Su reciente presencia en las aguas del Caribe mexicano podría generar grandes afectaciones en los ecosistemas, además de impactos económicos y comerciales en la región.
“Es un pez originario del Amazonas y en el 2015 se comenzaron a reportar avistamientos en el Golfo que poco a poco llegaron a las costas de Tabasco, Campeche y Yucatán en donde la población ha comenzado a crecer.
“El gran problema del pez diablo es que se caracteriza por ser depredador, destruye plantas, consume huevos de peces nativos hasta desaparecerlas por completo y causar que el agua queda turbia. Una vez que se establece, lo mejor es tratar de controlarlo para no causar daños, pero erradicar algo que ya está establecido es muy difícil”, dijo.
Con el paso del tiempo, el pez diablo ha cruzado fronteras y la muestra está en estos avistamientos, pues la especie ha aprendido a migrar con ayuda de la movilidad marítima y las corrientes marinas.
“La anatomía de su boca forma un disco succionador que les ayuda a quedarse pegados a piedras y embarcaciones pequeñas, que son las que utilizan los pescadores. Pueden durar mucho tiempo adheridos a ellos y eso es lo que les permite viajar por el mar” comentó.
Una especie que ponen en riesgo al sur de Quintana Roo
La bióloga Isaura comentó que no es la primera vez que se ve a un ejemplar del pez diablo cerca de las costas de Quintana Roo. Sin embargo, nunca se había detectado su presencia en un cuerpo de agua cerca de la laguna de Bacalar.
“El problema en este caso es que estos cuerpos alimentan a la laguna de siete colores y si algún ejemplar llega a ella, afectará gravemente la biodiversidad local, sobre todo a los estromatolitos. Aunque no devora los estromatolitos directamente, su actividad alimenticia y de excavación altera la calidad del agua y perjudica a otras especies locales”, dijo.
En este contexto, hizo un llamado a las autoridades a realizar los monitoreos correspondientes en el cuerpo lagunar para corroborar la presencia de más ejemplares de pez diablo y en caso de haber, tomar las medidas de control necesarias para la protección de este ecosistema.
“Son una especie que se reproduce y crece rápidamente. Hay que estar alerta para evitar su establecimiento y llegar a la invasión de esta laguna que es tan importante para nuestro estado”, dijo.
Impacto del pez diablo
- Degrada el hábitat y ríos
- Desplaza a las especies nativas
- Ingieren larvas y huevos de otras especies
- Alteran la cantidad de algas y nutrientes en el agua
- Dañan redes de pesca
- Disminuyen captura de peces de importancia económica
- Lesionan a pescadores al intentar removerlos de las redes
Alternativas de manejo
- Programas de erradicación (en etapas tempranas)
- Programas de monitoreo y control de las poblaciones
- Uso y venta de productos derivados de la especie
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