El reciente asesinato de Alejandro Gallegos León, periodista y catedrático de Tabasco, vuelve a poner en evidencia la alarmante situación de violencia contra los comunicadores en México. Este crimen, que marca el segundo caso de asesinato de periodistas en 2025, deja al gremio periodístico en una constante sensación de vulnerabilidad.
Gallegos León, de 51 años, fue reportado como desaparecido un día antes de que las autoridades confirmaran el hallazgo de su cuerpo en una zona rural del municipio de Cárdenas. Vestía las mismas prendas descritas en la ficha de búsqueda emitida por la Fiscalía de Tabasco.
Contexto de impunidad y riesgo para los comunicadores
El gobernador de Tabasco, Javier May, expresó su pésame a la familia de Alejandro y aseguró que su gobierno trabaja bajo el principio de “cero impunidad”. Sin embargo, las cifras de organizaciones como Reporteros Sin Fronteras pintan un panorama desolador: México lidera la lista de desapariciones de periodistas, con 30 casos documentados en 2024, y ocupa el tercer lugar en asesinatos de comunicadores a nivel mundial.
La falta de mecanismos efectivos de protección, a pesar de contar con programas que benefician a más de 650 periodistas, es una de las principales causas señaladas por expertos en derechos humanos.
¿Quién era Alejandro Gallegos León?
Gallegos León no solo era un periodista, sino también un apasionado catedrático de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y miembro activo de la Iglesia Presbiteriana. Con una trayectoria que incluyó su paso por el Diario Olmeca y la fundación de su periódico “La Voz del Pueblo”, Alejandro era conocido por su compromiso con la verdad y la justicia.
Actualmente, también conducía un programa de radio en la estación XEVA Tabasco, desde donde abordaba temas de interés social. Su legado como periodista y docente será recordado por quienes lo conocieron y trabajaron con él.
Un panorama oscuro para la prensa mexicana
En enero de 2025, otro periodista, Calletano de Jesús Guerrero, fue asesinado en el Estado de México, lo que eleva la cifra de comunicadores asesinados en lo que va del año. Este contexto convierte a México en el país más peligroso para ejercer el periodismo en el continente americano.
La creciente violencia, sumada a la falta de resultados en las investigaciones, perpetúa un ciclo de impunidad que afecta tanto a las víctimas como a sus familias y al gremio periodístico.
Llamado urgente a proteger a los periodistas
El caso de Alejandro Gallegos León resalta la urgencia de fortalecer los mecanismos de protección para periodistas en México. Organizaciones internacionales y nacionales exigen al gobierno medidas concretas que garanticen la seguridad de los comunicadores y justicia para las víctimas de violencia.
Mientras tanto, el gremio periodístico sigue demandando respeto a la libertad de expresión y acciones contundentes para frenar la ola de asesinatos que, lamentablemente, parece no tener fin.
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