En un nuevo operativo contra los minicasinos clandestinos de Culiacán, Sinaloa, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa, con la colaboración de diversas fuerzas de seguridad, desmanteló 19 establecimientos ilegales, confiscando 99 máquinas tragamonedas. Los operativos, que han estado en marcha en las últimas semanas, tienen como objetivo erradicar el auge de estos pequeños casinos ilegales que proliferan en la ciudad.
Las trágicas consecuencias de la violencia en Culiacán
Este viernes 6 de diciembre, Sinaloa vivió una jornada violenta que dejó un saldo de 6 homicidios dolosos, mientras los operativos contra los minicasinos se intensificaban. Culiacán, la capital del estado, ha sido testigo de un aumento en los enfrentamientos entre grupos criminales, y el desmantelamiento de los minicasinos se ha convertido en una de las tantas luchas por recuperar el control del territorio.
El problema de los minicasinos en Culiacán no es solo una cuestión de juegos de azar. Estos establecimientos, vinculados a los grupos delictivos que operan en la región, sirven como fachada para el lavado de dinero y como punto de encuentro para actividades ilegales. Las autoridades de Sinaloa han asegurado que, además de las máquinas tragamonedas, se encontraron dosis de diversas drogas, aunque no se especificó la cantidad ni el tipo de sustancias.
La continuidad de los operativos: ¿Por qué no se ha arrestado a nadie?
A pesar de los decomisos masivos y los esfuerzos de inteligencia, hasta el momento las autoridades no han logrado detener a ninguna persona en los 38 inmuebles intervenidos durante los tres operativos más recientes. Las autoridades señalaron que, aunque las “jugadas” o minicasinos fueron vacías en muchos de los casos, algunos inmuebles estaban completamente preparados, mientras que otros fueron “abandonados” en el último momento.
El 30 de noviembre y el 2 de diciembre, ya se habían realizado otros operativos que resultaron en el decomiso de más de 180 máquinas tragamonedas, lo que demuestra la magnitud del problema en Sinaloa. A pesar de estos esfuerzos, los operativos continúan, y las autoridades advierten que se mantendrán vigilantes ante este fenómeno creciente.
Decomiso de vehículos y drogas: Otro golpe a los grupos criminales
Además de las máquinas tragamonedas, los operativos también dieron como resultado la incautación de vehículos utilizados por grupos criminales. En localidades como La Guamuchilera, San Francisco y Lo de Bartolo, la Fiscalía General de la República (FGR), junto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Estatal Preventiva, aseguraron ocho vehículos, incluidos autos blindados con impactos de bala, que se presume eran utilizados para actividades delictivas.
Estos operativos no solo buscan reducir las actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico y los juegos de azar, sino que también pretenden frenar la ola de violencia que ha azotado a Sinaloa durante los últimos meses. La guerra entre los grupos de Los Chapitos y La Mayiza ha dejado una estela de sangre, y las autoridades están redoblando esfuerzos para contener este conflicto armado.
El incremento de los homicidios dolosos en Sinaloa: Un balance alarmante
El número de homicidios dolosos en Sinaloa sigue creciendo. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se han registrado 455 homicidios dolosos desde septiembre hasta principios de diciembre de este año. Solo en la primera semana de diciembre se contabilizaron 42 víctimas de homicidio, siendo el día 4 el más violento con 14 muertes reportadas.
Sinaloa se mantiene como uno de los estados más afectados por la violencia en México, con cifras alarmantes que rivalizan con las de entidades como el Estado de México y Guanajuato, que también han sido víctimas de fuertes olas de criminalidad en los últimos meses.
¿Cómo afecta la violencia y los minicasinos a la sociedad de Sinaloa?
La violencia y los minicasinos en Sinaloa no solo tienen un impacto directo en la seguridad pública, sino que también afectan el tejido social de las comunidades. El narcotráfico, el crimen organizado y las actividades ilícitas relacionadas con los minicasinos crean un ambiente de inseguridad constante, que deteriora la calidad de vida de los ciudadanos. La población local se ve atrapada en una lucha que parece no tener fin, con autoridades que luchan para recuperar el control y grupos criminales que pelean por el dominio territorial.
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