El 2024 marcó el inicio de una nueva etapa para el estado de Chiapas bajo la gubernatura de Eduardo Ramírez Aguilar. A solo 20 días de asumir el cargo, el nuevo gobierno ya ha generado opiniones positivas respecto a sus acciones en materia de seguridad, destacando su lucha contra el crimen organizado. Entre las primeras acciones tomadas, se incluyen investigaciones de funcionarios corruptos y la creación de nuevas fuerzas de seguridad, lo que ha sido respaldado por expertos en la materia. Una de las figuras clave que se ha pronunciado al respecto es Manuel Balcázar Villarreal, especialista en inteligencia y seguridad nacional, quien considera que las estrategias implementadas por el nuevo gobierno han sido «muy contundentes» y prometedoras para restaurar la paz en la región.
El desmantelamiento de la protección institucional
Manuel Balcázar destacó en una reciente entrevista con Adela Micha, que una de las principales diferencias entre la administración de Eduardo Ramírez y la del exgobernador Rutilio Cruz Escandón, radica en el enfoque operativo adoptado por el nuevo gobierno. Según Balcázar, se están llevando a cabo acciones clave para desmantelar lo que él denomina “mantos de protección institucional”, que permitían la operación de grupos criminales en la región con total impunidad. Este tipo de corrupción ha sido uno de los factores que más ha dificultado el control de la violencia y el crimen en Chiapas en los últimos años.
Con la detención de cientos de policías municipales y agentes de investigación, la Fiscalía General del Estado ha dejado claro que no se tolerará ninguna vinculación con el crimen organizado. Sin embargo, el desafío va más allá de desmantelar las redes de protección. El siguiente paso será determinar quiénes estaban detrás de estos grupos criminales y cómo lograron operar en Chiapas sin obstáculos durante tantos años.
La creación de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP)
Para respaldar sus esfuerzos de desmantelar el crimen organizado, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha anunciado la creación de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), un cuerpo especial de seguridad compuesto por 500 elementos. Este grupo estará directamente coordinado con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), encabezada por Omar García Harfuch. La FRIP tiene como objetivo actuar de manera rápida y efectiva en las zonas más afectadas por la violencia y el crimen organizado, restaurando el orden y la seguridad en las regiones más vulnerables.
Una lucha contra el crimen en “cuarta generación”
Balcázar también mencionó que la Estrategia Nacional de Seguridad ha jugado un papel crucial en la lucha contra el crimen organizado. En particular, ha señalado la existencia de grupos de mediana y pequeña escala que requieren estrategias diferenciadas. “Estamos viendo una guerra de cuarta generación”, explicó, aludiendo a la necesidad de adaptar las tácticas de seguridad a las nuevas formas de criminalidad. Aunque la situación sigue siendo compleja en estados como Sinaloa, Guerrero, Michoacán y Guanajuato, Balcázar cree que el gobierno de Ramírez está tomando las decisiones correctas para enfrentar este reto.
¿Qué esperar del futuro en Chiapas?
La lucha contra el crimen organizado no es un proceso inmediato, y Balcázar advierte que podría tomar tiempo lograr desactivar por completo los grupos criminales que operan en la región. Sin embargo, lo que está claro es que el nuevo gobierno de Chiapas ha comenzado con determinación y que las estrategias implementadas hasta ahora han sido bien recibidas por los chiapanecos y los expertos en seguridad.
El desafío es grande, pero los primeros pasos dados por Eduardo Ramírez Aguilar y su administración han dejado claro que la lucha contra la impunidad y el crimen organizado es una de sus principales prioridades.
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