El dolor de perder a una mascota puede llevar a reacciones inesperadas. En Durango, una mujer identificada como Itzel AP protagonizó un violento episodio luego de que su perrita pug falleciera durante un procedimiento en una clínica veterinaria. El hecho, captado por cámaras de seguridad, ha desatado un intenso debate en redes sociales sobre la ética médica veterinaria y los límites del dolor humano.
Lo que se sabe del caso: una tragedia en minutos
El pasado 17 de abril, cerca de la 1:09 p.m., Itzel llevó a su perrita con sobrepeso a la Clínica Veterinaria Navet. Según el personal médico, el animal presentaba complicaciones respiratorias. Para estabilizarla, decidieron ingresarla a una cámara de oxigenoterapia, procedimiento común en casos de dificultad pulmonar. Sin embargo, minutos después de la intubación, el canino sufrió un paro cardíaco.
Al recibir la noticia, la dueña entró en estado de shock y atacó físicamente a la veterinaria encargada, jalándola del cabello y gritándole, mientras otro empleado intentaba contener la situación.
El video del ataque: evidencia viral
https://platform.twitter.com/widgets.js#Durango | Denuncian agresiones y amenazas contra médicos veterinarios de la clínica NaVet.
— Salvador Mercado (@Sallvatoree) April 18, 2025
Quedó grabado el momento en que una mujer fue agredida por la dueña de un perro de la raza pug que falleció cuando era atendido de emergencia. #Noti12 pic.twitter.com/QB6IsLWb82
El momento fue captado por las cámaras de seguridad del establecimiento. En las imágenes, se observa a Itzel perdiendo el control tras conocer la muerte de su mascota. El video rápidamente se viralizó en redes sociales, provocando reacciones divididas: mientras algunos empatizan con el dolor de la mujer, otros condenan la agresión.
La versión de la dueña: acusaciones de negligencia
A través de redes sociales, Itzel aseguró que su mascota ingresó en estado estable y que la veterinaria actuó de forma negligente al decidir dejar a la perrita en la cámara de oxigenoterapia durante más de dos horas.
“La doctora no dice que la metió a la intubadora… a los 15 minutos me llama y me dice que está grave”, publicó.
Sus declaraciones han encendido la conversación sobre la responsabilidad médica y la confianza entre veterinarios y tutores de mascotas.
Defensa de la clínica y reacción del personal
Por su parte, colectivos y ciudadanos locales han salido a defender a la Clínica Veterinaria Navet. Emmanuel Nava, empleado que también fue agredido, explicó que se brindó atención médica adecuada, pero en medicina no existen garantías absolutas.
“Nadie puede garantizar la vida de una mascota. Es un organismo vivo que puede reaccionar de forma imprevisible”, señaló Nava en entrevista con medios.
La clínica informó que dos empleados sufrieron lesiones físicas y psicológicas, por lo que se solicitó el apoyo de autoridades locales.
¿Habrá consecuencias legales?
Hasta el momento, no se ha confirmado si Itzel AP enfrentará cargos legales por agresión. Sin embargo, colectivos veterinarios han pedido una investigación formal para evitar que hechos como este queden impunes y se repitan en otros contextos.
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