La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó la autorización ambiental para la construcción y operación del muelle de Chelem, ubicada al poniente del municipio de Progreso, Yucatán, luego de analizar el proyecto y los posibles efectos que tendría sobre el entorno costero de la zona.
De acuerdo con la resolución, el proyecto consistía en la edificación de un muelle para el atraque de embarcaciones menores, principalmente de uso recreativo, dentro del Recinto Portuario Yucalpetén. La obra contemplaba la instalación de pilotes y una estructura fija sobre el mar, con la finalidad de facilitar el acceso de personas y embarcaciones en un tramo específico del litoral de Chelem.
La Semarnat evaluó el proyecto a partir de la Manifestación de Impacto Ambiental presentada por los promoventes. En este análisis se tomó en cuenta la ubicación exacta del muelle, las características físicas del sitio y la cercanía con ecosistemas costeros sensibles, como zonas de manglar y áreas marinas someras que cumplen funciones clave para la vida silvestre.
Uno de los principales puntos que pesaron en la decisión fue que el proyecto se localiza en una franja costera con alta fragilidad ambiental. La autoridad señaló que este tipo de ecosistemas tiene una capacidad limitada para absorber nuevas obras sin alterar su equilibrio natural, especialmente cuando se trata de estructuras permanentes en el mar.
El resolutivo también advierte que la construcción del muelle implicaría la modificación del fondo marino y la posible afectación a especies de flora y fauna que dependen de estas áreas para su reproducción, refugio y alimentación. Además, se identificó el riesgo de fragmentación del ecosistema y cambios en la dinámica natural de la costa.
Faltó información a considerar para muelle de Chelem
Otro aspecto relevante fue la falta de información suficiente para demostrar que los impactos ambientales podrían prevenirse, mitigarse o compensarse de manera efectiva. La Semarnat consideró que las medidas propuestas no garantizaban la protección del entorno ni la conservación de los servicios ambientales que ofrece la zona costera.
La dependencia recordó que en áreas donde existen manglares y otros ecosistemas costeros protegidos, la legislación ambiental es clara al establecer restricciones estrictas para nuevas construcciones, debido a su papel en la protección contra la erosión, las tormentas y el cambio climático.
Con base en estos elementos, la Semarnat concluyó que el proyecto no era ambientalmente viable y resolvió negar los permisos solicitados. La decisión, subrayó la autoridad, busca priorizar la protección del litoral de Chelem y evitar daños que podrían ser irreversibles para el ecosistema y para la propia comunidad que depende de él.
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