Una intensa movilización policiaca y de cuerpos de emergencia se registró en la avenida Garza Sada, al sur de Monterrey, luego de que autoridades confirmaran el hallazgo de un crematorio clandestino de mascotas dentro de un local donde antes operaba una panadería.
El establecimiento, ubicado en la colonia Caracol, entre las calles José María Morelos y Genaro Garza García, fue clausurado tras detectarse múltiples irregularidades consideradas de alto riesgo ambiental y sanitario.
El operativo inició después de que un ciudadano reportara fuertes olores fétidos que salían del local. Ante la denuncia, acudieron elementos de Protección Civil, Servicios Periciales, personal del Instituto de Criminalística y agentes de la Secretaría de Medio Ambiente. La escena fue descrita por los equipos en campo como “crítica”, debido a las condiciones en las que se realizaba la quema de restos animales.
¿Qué se sabe del crematorio en una panadería de Monterrey?
De acuerdo con información preliminar, el crematorio operaba sin sellos, permisos ni medidas de sanidad requeridas por la normativa ambiental de Nuevo León. Los agentes confirmaron que los hornos utilizados correspondían al equipamiento típico de una panadería, lo que refuerza la sospecha de que los restos animales eran incinerados en infraestructura no apta para ello.
Las autoridades calificaron el hallazgo como una situación “grave”, tanto por el riesgo de contaminación como por el desconocimiento del tiempo que llevaba operando esta actividad clandestina. Hasta ahora no se ha confirmado si hay personas detenidas, y la investigación continúa para establecer responsabilidades y determinar cuántos restos fueron procesados en el sitio.
El local operaba bajo el nombre de “Panadería Lisboa”, aunque no se ha verificado si la razón comercial seguía activa o si terceros usaban el inmueble para actividades no autorizadas.
Panadería Lisboa se deslinda
Tras difundirse la clausura, la franquicia Panadería Lisboa emitió un comunicado para aclarar que no tienen relación con el inmueble desde hace varios años. Aseguraron que su sucursal actual se ubica en el Centro de Monterrey y que no operan en la colonia Caracol desde hace tiempo.
En el mensaje pidieron no asociar a la marca con las actividades investigadas: “Cualquier situación, inspección o actividad reciente que se esté llevando a cabo en ese antiguo espacio no está vinculada con nosotros”.
La aclaración surgió luego de qué usuarios en redes sociales señalaban al negocio de forma directa, generando confusión entre clientes y vecinos.
Los riesgos de la incineración ilegal de mascotas
Especialistas advierten que realizar cremaciones en hornos no diseñados para ello representa un peligro severo para la salud y el medio ambiente. La quema de animales solo debe realizarse en equipamiento especializado capaz de controlar temperatura, emisiones y filtración de gases.
En procesos ilegales como el detectado, la combustión incompleta libera sustancias altamente tóxicas, entre ellas:
- Dioxinas y furanos, compuestos cancerígenos que dañan el sistema hormonal e inmunológico.
- Partículas suspendidas (PM), que pueden alojarse en los pulmones y agravar padecimientos respiratorios.
Además del daño ambiental, estas emisiones pueden afectar a personas que viven o trabajan cerca del sitio.
El crematorio clandestino constituye una violación a la Norma Ambiental Estatal NAE-SDS-006-AIRE-2021, que regula las condiciones de operación para la incineración de cadáveres, incluidos animales. La falta de controles de emisiones y la utilización de equipo inadecuado podrían derivar en sanciones administrativas y penales.
Investigación en curso
La Secretaría de Medio Ambiente y la Fiscalía realizan ahora las diligencias correspondientes. Se espera que en las próximas horas se esclarezcan puntos clave: cuánto tiempo funcionó el crematorio, quién lo operaba y cuántos restos fueron procesados.
El caso ha generado preocupación entre vecinos y organizaciones ambientalistas, quienes exigen sanciones ejemplares ante la gravedad del hallazgo.
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