En una decisión que ha generado controversia y discusión, el Senado de la República de México aprobó, con 107 votos a favor, la llegada de 10 militares de Estados Unidos al país para colaborar en el adiestramiento de las Fuerzas Armadas mexicanas. Esta colaboración será clave en el entrenamiento conjunto con la Secretaría de Marina (SEMAR) para mejorar las capacidades de los operaciones especiales de México.
Detalles del acuerdo: ¿Quiénes participarán en el entrenamiento?
El entrenamiento, denominado «Fortalecer la capacidad de las fuerzas de operaciones especiales de la SEMAR», está programado para comenzar el 17 de febrero y se extenderá hasta el 28 de marzo de 2025. Este adiestramiento se llevará a cabo en el Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina, en San Luis Carpizo, Campeche.
El objetivo principal es fortalecer las capacidades de las Fuerzas Armadas mexicanas, mediante la cooperación con las Fuerzas Especiales del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos. Ambos grupos trabajarán juntos para ejecutar tácticas, técnicas y procedimientos de combate convencional y no convencional, lo que incluye operaciones anfibias en ambientes marítimos, terrestres y aéreos.
El impacto en la seguridad nacional: ¿por qué es importante este entrenamiento?
El senador Rolando Rodrigo Zapata Bello, presidente de la Comisión de Marina, destacó que esta colaboración representa una «oportunidad significativa para fortalecer la seguridad nacional» de México. La capacitación de las Fuerzas Armadas mexicanas busca no solo mejorar la profesionalización y eficiencia de los marinos mexicanos, sino también fortalecer las capacidades en combate, rescate, navegación y manejo de equipos tácticos.
A pesar de los beneficios que podría traer este entrenamiento, el senador destacó que es crucial evitar una dependencia excesiva de la tecnología y entrenamientos externos de Estados Unidos, subrayando que México siempre debe mantener su soberanía y autonomía en la toma de decisiones estratégicas.
Controversia sobre la colaboración con Estados Unidos: ¿es una invasión?
La llegada de los militares de EE. UU. a México ha generado opiniones divididas. La senadora Lilly Téllez del PAN se mostró a favor de la cooperación y cuestionó la reticencia de algunos sectores: «¿Por qué entonces no aceptar la cooperación con Estados Unidos para proceder contra los cárteles en México?» expresó.
Téllez destacó que, a pesar de las preocupaciones sobre la presencia de militares extranjeros en el país, la cooperación bilateral es vital para combatir a los cárteles de la droga que operan en la región. Sin embargo, la legisladora también resaltó que cualquier intervención de EE. UU. debe regirse bajo un marco legal y un acuerdo formal.
Historia de la cooperación militar entre México y EE. UU.
Este no es el primer caso de cooperación entre las Fuerzas Armadas de México y Estados Unidos. Durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se permitió la entrada de 11 militares estadounidenses en 2019 para realizar ejercicios conjuntos en el país, con armamento y municiones, con el objetivo de entrenar en operaciones combinadas.
Esta nueva autorización, sin embargo, refleja una continuidad en la colaboración, pero con más énfasis en la capacitación y la mejora de la seguridad. En este contexto, la estrategia de cooperación será fundamental para enfrentar el problema de los cárteles que operan en la frontera y en diversas zonas del país.
La postura de Sheinbaum: soberanía y cooperación en equilibrio
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, se ha mostrado abierta a la colaboración con Estados Unidos, pero ha reiterado en varias ocasiones que México no aceptará ninguna forma de subordinación. La cooperación internacional es crucial para enfrentar los desafíos de seguridad que enfrenta el país, pero siempre bajo el principio de respeto a la soberanía nacional.
La mandataria también ha subrayado que México tiene la capacidad de combatir los problemas internos de seguridad sin comprometer su autonomía y sin permitir injerencias en las decisiones nacionales. La colaboración con EE. UU. debe ser vista como un trabajo conjunto, sin violar las fronteras políticas y legales de México.
¿Qué sigue después de la aprobación del Senado?
El Ejecutivo Federal debe ahora revisar y poner en marcha el acuerdo aprobado por el Senado, y la Secretaría de Relaciones Exteriores se encargará de coordinar la logística para la llegada de los militares de EE. UU. al país. La implementación de este entrenamiento conjunto tendrá un impacto directo en la preparación de las Fuerzas Armadas mexicanas, pero también será un testimonio del balance que México debe lograr entre la colaboración internacional y la autonomía política.
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