La lucha de México contra el gusano barrenador dio un paso clave este viernes, cuando el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y su homólogo estadounidense, Brook Rollins, firmaron un Plan de Acción Binacional para contener y erradicar la plaga.
El objetivo: reactivar las exportaciones de ganado bovino hacia Estados Unidos, cerradas por tercera vez el 9 de julio tras detectarse un caso en el norte de Veracruz. Desde noviembre pasado, la plaga obligó al gobierno estadounidense a blindar su frontera para evitar que llegue a sus hatos ganaderos.
Cuatro acciones centrales del plan
El acuerdo, elaborado por personal del Senasica y el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas de EU, establece:
- Regionalización del territorio nacional para controlar áreas de riesgo.
- Protocolo de importación segura de ganado por vía marítima.
- Monitoreo innovador con trampas atrayentes para la mosca.
- Control de movilización del ganado en corrales certificados de origen y destino.
Estas medidas se complementan con vigilancia en animales domésticos, fauna silvestre y revisiones al ganado procedente de Centroamérica.
La planta que producirá moscas estériles
Uno de los ejes más innovadores es la instalación de una planta en Metapa de Domínguez, Chiapas, capaz de producir 100 millones de moscas estériles por semana.
La técnica consiste en liberar estos insectos para interrumpir el ciclo reproductivo de la plaga, reduciendo drásticamente su población.
La obra comenzó el 4 de julio y se prevé que esté en operación plena en el primer semestre de 2026, gracias a aportaciones económicas de Estados Unidos.
Certidumbre para el sector ganadero
Berdegué destacó que este plan brinda “certidumbre y predictibilidad” a ganaderos, exportadores, empresas engordadoras y la industria cárnica.
Además, es el primer documento binacional que detalla objetivos, metas, presupuestos y protocolos técnicos para atender la plaga de manera conjunta.
La vigilancia será clave, no solo para erradicar el gusano barrenador en el sur-sureste, sino para evitar su dispersión a otras regiones del país.
Un desafío que requiere cooperación
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales también participará, enfocándose en monitorear posibles casos en fauna silvestre.
Para ambos países, la cooperación es esencial: la plaga no reconoce fronteras, y un brote en México puede poner en riesgo a toda la región ganadera de América del Norte.
Mientras tanto, las exportaciones de ganado en pie siguen detenidas, y las conversaciones con el gobierno estadounidense continuarán para definir la fecha de reapertura de la frontera norte.
Con este plan, México y Estados Unidos no solo comparten información y recursos, sino que también consolidan una estrategia técnica y de largo plazo.
Si las acciones funcionan, el gusano barrenador podría convertirse en historia, y el sector ganadero mexicano recuperaría un mercado clave en el norte.
TE PODRÍA INTERESAR