El asesinato de César Ríos, propietario de una carnicería en el Mercado 2 de Abril, reveló una realidad que los locatarios llevaban años ocultando: la violencia y extorsión por parte del Cártel 2 de Abril (C2A).
Este mercado, inaugurado en 1902 y conocido por sus locales de comida que atraían a empleados públicos y residentes de la colonia Guerrero, ahora enfrenta un asedio criminal que ha dejado sus pasillos semivacíos y a sus comerciantes viviendo en el miedo constante.
El crimen y el Cártel 2 de Abril
El 7 de noviembre, minutos antes del cierre del mercado, un hombre disparó a César Ríos en la cabeza tras negarse a pagar una extorsión de 150 mil pesos. El crimen, ejecutado con frialdad, evidenció el alcance de esta célula delictiva, liderada por dos hermanos conocidos como El Chispa y El Palillo.
De carteristas a extorsionadores
Estos líderes comenzaron como pequeños ladrones en los alrededores del mercado, atacando a empleados del SAT, IMSS y Senado que frecuentaban la zona. Con el tiempo, se unieron a la Anti Unión Tepito, expandiendo su poder e involucrándose en secuestros, extorsiones y amenazas a los comerciantes del mercado.
Un sistema de terror: cuotas, multas y amenazas
La dinámica de extorsión se convirtió en parte del día a día para los locatarios:
- Cobros semanales: Los comerciantes pagaban hasta 1,500 pesos por local.
- Multas arbitrarias: Si alguien se atrasaba o no cumplía con las demandas, las multas llegaban hasta 50 mil pesos.
- Amenazas personalizadas: Los criminales, que crecieron en el barrio, conocían a las familias de las víctimas y utilizaban esta información para intimidarlas.
Además, adolescentes de entre 12 y 17 años, reclutados por El Chispa y El Palillo, eran los encargados de cobrar las cuotas. Con frases como “vengo a cobrar la tanda”, perpetuaban el miedo entre los comerciantes.
La reacción de las autoridades: detenciones y vigilancia
El 7 de diciembre, agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detuvieron a El Chispa y El Palillo. Aunque su captura representa un avance significativo, los comerciantes temen que otros grupos delictivos ocupen el vacío de poder dejado por esta célula.
Desde el 22 de noviembre, la alcaldía Cuauhtémoc, liderada por Alessandra Rojo de la Vega, estableció vigilancia fija en el mercado. Sin embargo, los locatarios siguen aterrorizados, preguntándose cuánto tiempo pasará antes de que aparezcan nuevos extorsionadores.
El estado de los mercados en CDMX: una crisis generalizada
El Mercado 2 de Abril no es el único afectado. Otros espacios emblemáticos en la Ciudad de México, como:
- Mercado Martínez de la Torre
- La Lagunilla
- Tianguis de antigüedades del jardín Ignacio Chávez
Han reportado extorsiones similares, lo que evidencia que este problema no es aislado, sino parte de una crisis más amplia de inseguridad en los mercados de la alcaldía Cuauhtémoc y otras zonas de la ciudad.
Testimonios de miedo y resistencia
Los comerciantes del Mercado 2 de Abril viven en un estado de incertidumbre:
“Agarraron a estos, pero ¿qué va a pasar ahora? ¿Seguiremos pagando? ¿Vendrán otros?”
A pesar del temor, la comunidad local exige soluciones a largo plazo que incluyan:
- Mayor presencia policial permanente.
- Acciones legales efectivas contra extorsionadores.
- Apoyo psicológico y económico a las víctimas.
Reflexión final: el reto de recuperar los espacios públicos
La violencia que asedia al Mercado 2 de Abril y otros mercados emblemáticos de la CDMX es un reflejo de la lucha por el control de espacios públicos. Recuperarlos no solo implica la detención de los criminales, sino también el fortalecimiento de las instituciones, la vigilancia constante y el apoyo directo a las comunidades afectadas.
Los mercados han sido históricamente el corazón de los barrios, y su protección es esencial para preservar el tejido social y la seguridad de sus habitantes.
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