El 9 de noviembre, el bar Los Cantaritos, un popular establecimiento en el centro de Querétaro, fue escenario de una masacre que dejó a la comunidad y al país en estado de shock. En pocos segundos, el bar pasó de ser un lugar de entretenimiento a un sitio de horror, cuando cuatro hombres armados ingresaron y abrieron fuego contra los presentes, dejando un saldo de 10 muertos y sembrando terror entre los asistentes y la comunidad.
Un ataque dirigido: las primeras declaraciones de las autoridades
El violento ataque, descrito como “dirigido a una persona” en las primeras declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, ha generado una ola de preguntas sobre los motivos y los responsables detrás de esta tragedia. A la mañana siguiente del ataque, el secretario de Seguridad Pública de Querétaro, Juan Luis Ferrusca, ofreció un informe inicial donde se confirmó que el ataque fue ejecutado con armas largas, una señal de la organización y la intención letal detrás del hecho.
Este evento no solo sacudió a Querétaro, sino que abrió un debate en el país sobre la violencia y la seguridad, especialmente en áreas que antes se consideraban relativamente seguras.
Claudia Sheinbaum y la violencia en México
Las víctimas: un homenaje en medio del dolor
Las identidades de las víctimas fueron reveladas en redes sociales, generando un fuerte impacto entre la ciudadanía y un homenaje póstumo a aquellos que perdieron la vida en este trágico evento. Los nombres de Rodrigo García, Giovanni Arellano, Diego Tapia, Carlos Gómez, Jesús Alberto Arteaga, Fátima Ramos, Berenice López, Angie Ascencio, Arturo Velazco y Fernando González Núñez circulan en las plataformas digitales como símbolo del dolor y la indignación que ha generado la violencia en la región.
El medio local Emergente Querétaro publicó los nombres en un esfuerzo por recordar a las víctimas y hacer un llamado a la reflexión y a la exigencia de justicia. Este acto también ha resaltado el problema de la violencia y su impacto en las comunidades.
La conexión con el crimen organizado: ‘La Flaca’ y el CJNG
Uno de los nombres que sobresalió entre las víctimas fue el de Fernando González Núñez, alias ‘La Flaca’. Fuentes periodísticas señalan que esta persona tenía posibles vínculos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), un grupo criminal que ha ganado fuerza en distintas zonas del país y que podría estar detrás de actividades de huachicoleo en Querétaro. En meses anteriores, ‘La Flaca’ había llamado la atención en redes sociales al reclutar sicarios, lo que lo colocó bajo el escrutinio de la comunidad y de las autoridades.
Esta información, aún en proceso de verificación, apunta a la creciente presencia y conflicto entre grupos criminales que buscan establecerse en Querétaro. La asociación de ‘La Flaca’ con el CJNG ha llevado a los ciudadanos y a las autoridades a cuestionar hasta qué punto la violencia de los cárteles ha llegado a zonas anteriormente menos afectadas por esta problemática.
Respuesta de las autoridades y un llamado a la coordinación nacional
La respuesta por parte de las autoridades locales no se hizo esperar. El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, anunció la implementación de acciones conjuntas con Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, para esclarecer lo sucedido en Los Cantaritos. En su cuenta de X, Kuri enfatizó la necesidad de “despolitizar el tema de la inseguridad” y promover una colaboración genuina para enfrentar la violencia en el país.
Por su parte, el alcalde Felipe Fernando Macías aseguró que el ataque fue “dirigido a delincuentes” y atribuyó este episodio a la creciente violencia que se vive a nivel nacional. Estas declaraciones han provocado un llamado a la reflexión sobre la seguridad en Querétaro y la necesidad de estrategias efectivas para combatir la presencia de grupos criminales en el estado.
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