El sábado 9 de noviembre, la tranquilidad de Querétaro fue sacudida por un violento ataque en el bar Los Cantaritos, que dejó un saldo de 10 personas muertas y 13 heridas. Este ataque, que parece ser un ajuste de cuentas entre cárteles, tuvo como principales objetivos a Fernando González Núñez, alias “La Flaca”, y Jesús Arteaga Montenegro, alias “El Chuyón”, ambos presuntos operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región. Este brutal evento pone en evidencia la expansión de la violencia del crimen organizado en Querétaro, un estado tradicionalmente seguro.
¿Quién era “El Chuyón”? El escolta de “La Flaca” con un estilo de vida ostentoso
Jesús Arteaga Montenegro, conocido como “El Chuyón”, fue identificado como uno de los fallecidos en el ataque de Los Cantaritos. “El Chuyón” era un presunto miembro del CJNG, parte de la estructura operativa en la región del Bajío, donde el CJNG mantiene una feroz disputa con el Cártel de Santa Rosa de Lima, un grupo rival con fuerte presencia en Guanajuato.
Al igual que otros miembros de su organización, “El Chuyón” mostraba su vida de lujos en redes sociales, donde compartía imágenes de autos de alta gama, relojes costosos y bebidas exclusivas. En varias fotos aparece posando junto a automóviles deportivos y champañas de la marca Armand de Brignac, una popular entre personajes de la cultura urbana y del crimen organizado. Sus publicaciones reflejan el estilo de vida desafiante y ostentoso que caracterizaba a muchos miembros del CJNG.
La masacre en Los Cantaritos: Un ataque calculado contra “El Chuyón” y “La Flaca”
La noche del ataque, cuatro hombres armados llegaron al bar Los Cantaritos en una camioneta, ingresaron al establecimiento y abrieron fuego sin advertencia contra los asistentes. El caos y el pánico invadieron el lugar, y decenas de personas intentaron escapar del ataque. Los agresores abandonaron la camioneta en el municipio de El Marqués y la incendiaron, una técnica común entre los grupos delictivos para borrar evidencia y confundir a las autoridades.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Querétaro informó que una persona fue detenida en relación con los hechos, aunque aún no se ha confirmado su participación exacta en el ataque.
Redes sociales y el rastreo de “El Chuyón” y “La Flaca”
De acuerdo con el periodista Antonio Nieto, “El Chuyón” habría organizado la reunión en Los Cantaritos, a la cual también asistió “La Flaca”. La inteligencia criminal indicó que ambos habrían sido ubicados gracias a publicaciones en redes sociales, donde compartían su ubicación y actividades. Esta práctica de mostrar su estilo de vida en redes es común entre ciertos integrantes del crimen organizado y ha facilitado su identificación por parte de las autoridades.
Aunque no se han revelado detalles sobre el rastreo de sus ubicaciones, se sabe que la masacre en Los Cantaritos no fue al azar; estaba dirigida específicamente contra “El Chuyón” y “La Flaca”, figuras del CJNG que ya estaban bajo el radar de las autoridades.
Querétaro bajo alerta: la respuesta de las autoridades
Ante la gravedad de los hechos, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, aseguró que todo el sistema de seguridad estatal se ha movilizado para dar con los responsables. En un mensaje difundido en redes sociales, Kuri afirmó que no habrá impunidad en este caso y que se tomarán medidas adicionales para reforzar la seguridad en el estado.
Querétaro, considerado uno de los estados más seguros de México, ha visto un aumento en la violencia en los últimos años, un fenómeno atribuido a la expansión de cárteles en la región. La llegada de organizaciones criminales a Querétaro parece seguir patrones observados en estados vecinos como Guanajuato, donde cárteles rivales atacan bares y restaurantes para intimidar y extorsionar a propietarios.
La sombra del CJNG y su impacto en Querétaro
La masacre en Los Cantaritos no es un hecho aislado. En los últimos meses, la violencia de los cárteles ha comenzado a invadir estados como Querétaro, que hasta hace poco mantenía una relativa tranquilidad. La presencia del CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima en el Bajío ha intensificado la violencia en la región, particularmente en zonas estratégicas para el robo de hidrocarburos y el control de territorios.
Analistas de seguridad, como David Saucedo, advierten que la violencia del crimen organizado en Querétaro podría asemejarse a la que actualmente vive Guanajuato, donde los ataques a negocios y puntos públicos se han vuelto parte de una estrategia para establecer control y extorsionar.
El legado de “El Chuyón” y “La Flaca”: Violencia y ostentación en redes
Tanto “El Chuyón” como “La Flaca” compartían en redes su afiliación al CJNG y sus lujos, utilizando plataformas como Instagram para atraer la atención y fomentar una imagen de éxito. Esto no solo les ayudaba a mostrar su poder, sino también a reclutar jóvenes a su organización. Las redes sociales, en estos casos, se han convertido en una herramienta para el crimen organizado, una plataforma donde la ostentación es tan relevante como la intimidación.
Este tipo de conductas en redes ha facilitado a las autoridades la identificación y rastreo de los involucrados. Sin embargo, también expone el impacto psicológico de esta violencia en los ciudadanos, que ven cómo sus comunidades y espacios de ocio se convierten en escenarios de muerte y terror.
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