El reciente decreto por parte del gobierno mexicano ha generado preocupación en el sector maquilador y manufacturero del país. Esta medida, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de diciembre de 2024, impone nuevas restricciones a la importación temporal y un aumento significativo de aranceles para las importaciones de prendas de vestir y telas.
Como resultado, se espera que las maquiladoras enfrenten una grave crisis, que podría derivar en el cierre de empresas, la pérdida de miles de empleos y una afectación económica significativa.
La reacción del sector empresarial ante el decreto
El sector empresarial mexicano no ha tardado en manifestar su alarma. Organismos como la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Sevytur), el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) han expresado su preocupación por el impacto económico que este decreto podría tener, no solo en las maquiladoras, sino también en las cadenas de valor que dependen de la importación de materiales.
Según estos organismos, ya son 52 las empresas que han reportado pérdidas directas debido a las nuevas restricciones, lo que ha provocado la pérdida de alrededor de 35,000 empleos. En términos económicos, la afectación podría rondar entre los 60,000 y los 2 millones de dólares por empresa cada semana. La medida también ha afectado a empresas que tienen mercancía en tránsito, las cuales podrían verse obligadas a cerrar operaciones en un plazo de solo cinco días si no logran resolver el tema de las importaciones.
Restricciones arancelarias: ¿una amenaza para la estabilidad económica de México?
Las nuevas medidas imponen un arancel del 35% a las confecciones y un 15% a las telas provenientes de países con los que México no tiene acuerdos comerciales. Además, restringen la importación temporal a las empresas bajo el Programa IMMEX (Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación). Si bien el gobierno mexicano justifica estas medidas como un esfuerzo para proteger la industria nacional, sectores clave como el textil y la confección están advirtiendo que no existen alternativas viables para sustituir los insumos que se dejaban importar temporalmente.
Los maquiladores han sido claros al afirmar que la falta de una cadena de suministro nacional sólida podría poner en peligro la continuidad de sus operaciones, especialmente en las regiones fronterizas del norte, el Bajío, el centro y el sureste del país, áreas clave para las exportaciones de productos mexicanos. Las advertencias sobre el cierre de empresas, con la consiguiente pérdida de empleos directos e indirectos, están tomando fuerza entre los empresarios del sector.
Reacciones y soluciones propuestas por los líderes empresariales
La Concanaco-Servytur, el Index y la Canacintra han solicitado una prórroga de tres meses para permitir un análisis más detallado de los efectos de la medida y, de ser necesario, la implementación de soluciones alternativas. En este contexto, Octavio de la Torre, presidente de la Concanaco-Servytur, destacó que cualquier reforma debe considerar su impacto en las familias mexicanas que dependen de estas actividades. El gobierno, según de la Torre, debe actuar con cautela, dado que la competitividad global es esencial para mantener la estabilidad económica y generar empleo en el país.
Por su parte, Esperanza Ortega Azar, presidenta de Canacintra, advirtió que este decreto pone en riesgo el corazón de la economía mexicana: la creación de empleos formales y la competitividad empresarial. En sus declaraciones, reiteró la disposición de las empresas para trabajar con el gobierno para encontrar soluciones que fortalezcan las cadenas de valor y atraigan inversiones estratégicas a México.
Humberto Martínez Cantú, presidente de Index, recordó que las empresas IMMEX son responsables de la generación de más de 9 millones de empleos, un número considerable en relación con los 22 millones de trabajadores registrados en el IMSS. Martínez Cantú expresó su confianza en que el gobierno comprenda la relevancia de este sector y trabaje junto con los empresarios para garantizar la continuidad de sus operaciones y atraer inversión extranjera.
Consecuencias de las restricciones para el empleo y la competitividad
La decisión de aumentar los aranceles y restringir las importaciones podría tener un impacto devastador en el empleo en México. Según los cálculos de los organismos empresariales, el cierre de empresas podría provocar la pérdida de miles de empleos directos e indirectos. Esto no solo afectaría a los trabajadores de las maquiladoras, sino también a aquellos empleados en las cadenas de suministro asociadas, como el sector del transporte, los servicios de estampado y limpieza de prendas, y los servicios de almacenamiento y distribución.
El riesgo es aún mayor si se tiene en cuenta que las maquiladoras han sido un motor clave para las exportaciones de México, especialmente en sectores como la automotriz, textil y confección, así como en la producción de autopartes. Si las empresas no pueden importar los insumos necesarios para sus operaciones, se verán forzadas a suspender la producción, lo que generará un efecto dominó que podría afectar a toda la economía del país.
La importancia de un enfoque equilibrado y sostenible
El gobierno mexicano enfrenta ahora el reto de encontrar un equilibrio entre proteger la industria nacional y garantizar que las empresas puedan seguir operando de manera eficiente. Mientras tanto, los empresarios y los trabajadores de las maquiladoras esperan que se logre un consenso que permita salvaguardar el empleo y la estabilidad económica en el país.
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