La desaparición de un hijo deja un vacío que ninguna explicación puede llenar. Para Dorisela Hernández, ese vacío comenzó el 22 de mayo de 2022, cuando su hijo José Manuel Vargas Hernández fue secuestrado en Reynosa, Tamaulipas, por hombres armados. Desde entonces, ha buscado ayuda por todos los medios posibles, incluso recurriendo al exlíder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, liberado recientemente tras cumplir condena en Estados Unidos.
En un emotivo video difundido el 25 de noviembre por la activista Delia Quiroa, Dorisela suplica al exnarcotraficante que utilice su influencia para sensibilizar a quienes tienen a su hijo y lograr su regreso.
«No busco culpables, solo quiero a mi hijo de vuelta»
Dorisela, una madre de fe cristiana, enfatiza en su mensaje que no está interesada en buscar justicia, sino en el retorno de su hijo con vida. «Soy una madre que necesita a su hijo. Lo extrañamos y queremos de regreso vivo porque vivo se lo llevaron», declaró entre lágrimas.
Aunque asegura desconocer los motivos detrás del secuestro de José Manuel, la madre confía en que su hijo sigue con vida, basándose en reportes no oficiales que indican que fue visto en el sur de Tamaulipas.
Una medida desesperada por la falta de respuestas
La decisión de pedir ayuda a Osiel Cárdenas refleja el grado de desesperación de Dorisela. Pese al historial criminal del exlíder del Cártel del Golfo, la madre lo recuerda como una figura que, en su tiempo, ayudaba a comunidades vulnerables de Tamaulipas, organizando eventos para madres y niños.
La activista Delia Quiroa, quien ha acompañado a muchas familias de desaparecidos, explicó que esta solicitud de ayuda surge de la frustración ante la ineficacia de las autoridades locales y federales, quienes aún no han avanzado en la búsqueda de José Manuel.
¿Quién es Osiel Cárdenas Guillén?
Osiel Cárdenas Guillén, conocido como «El Padrino» y fundador del temido grupo Los Zetas, lideró el Cártel del Golfo durante los años más violentos de su historia. Aunque fue extraditado en 2007 y sentenciado a 25 años de prisión en Estados Unidos, su reciente liberación en agosto de 2024 ha despertado la atención mediática y generado polémica.
Mientras permanece bajo custodia de autoridades migratorias, su influencia en Tamaulipas sigue siendo tema de debate. Para familias como la de Dorisela, esa influencia representa una última esperanza.
Un caso que refleja una crisis mayor
La historia de José Manuel Vargas no es única en Tamaulipas, un estado con altos índices de desapariciones forzadas. Según cifras oficiales, miles de familias enfrentan situaciones similares, buscando justicia y respuestas en un sistema que, a menudo, les da la espalda.
Dorisela y sus hijas, quienes recuerdan a José Manuel como un hombre trabajador y amoroso, siguen luchando para mantener viva la esperanza. «No hay día que no lloremos por su ausencia. Lo necesitamos a nuestro lado», expresaron.
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