Cada 13 de septiembre, México recuerda con solemnidad la gesta heroica de los Niños Héroes de Chapultepec, jóvenes cadetes que en 1847 se enfrentaron con valentía a un ejército invasor mucho más poderoso. Su sacrificio no fue en vano: marcó un precedente en la defensa de la soberanía de México y en la construcción de una identidad nacional basada en el valor y el amor por la patria.
Este 2025, la ceremonia encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en el Altar a la Patria tuvo un matiz histórico: por primera vez, una mujer al frente de la nación y como comandante suprema de las Fuerzas Armadas presidió el acto de memoria.
La voz de las Fuerzas Armadas: Trevilla Trejo
Durante la conmemoración, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla Trejo, recordó que aquella batalla nos dejó una enseñanza inquebrantable:
“La soberanía es un baluarte sagrado que se defiende con la vida, si es necesario”.
En su discurso, subrayó que el Ejército Mexicano, la Armada de México, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional mantienen la cohesión, el compañerismo y el compromiso de proteger la integridad del país, aun frente a riesgos y amenazas.
Historia que inspira: de Chapultepec a Puebla y Veracruz
El recuerdo de los cadetes que murieron en Chapultepec no es solo un pasaje del pasado. Según Trevilla Trejo, esa gesta se convirtió en el punto de partida de otras defensas históricas: la Batalla del 5 de Mayo de 1862, cuando las tropas mexicanas derrotaron al considerado mejor ejército del mundo, y la defensa de Veracruz en 1914, símbolo del amor inquebrantable por la nación.
Cada episodio de resistencia refuerza la idea de que el patriotismo no es únicamente un sentimiento, sino una acción colectiva que atraviesa generaciones.
Claudia Sheinbaum y el pase de honor
En el acto solemne, la presidenta Sheinbaum mencionó uno a uno los nombres de Juan de la Barrera, Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca y Francisco Márquez. Tras cada nombre, cadetes respondían al unísono:
“Murió por la patria”.
La ceremonia cerró con una guardia de honor y la colocación de una ofrenda floral, un gesto que enlaza el pasado heroico con el presente de México.
La soberanía hoy: más que una palabra, un compromiso
El mensaje final de Trevilla Trejo fue claro: bajo el liderazgo de la presidenta, las Fuerzas Armadas continuarán fortaleciendo el sentimiento nacional, recordando que la soberanía no se negocia, se defiende.
El eco de los Niños Héroes sigue vivo, recordándonos que México no se rinde y que su independencia se sostiene con valentía, memoria e identidad.
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