El cierre del periodo de inscripción para las elecciones de jueces y magistrados del Poder Judicial ha dejado más preguntas que respuestas. En los últimos días, las inscripciones se dispararon de manera sorprendente, pasando de menos de 5 mil registros a más de 22 mil.
El fenómeno, bautizado como “la multiplicación de los jueces”, ha despertado sospechas sobre la transparencia del proceso, especialmente cuando el 87% de los registros se realizaron a través de los comités del Poder Legislativo y Ejecutivo, ambos bajo control de Morena.
¿Un sistema diseñado para el desorden?
Desde el principio, el proceso estuvo rodeado de críticas:
- Tres comités con reglas diferentes: Los aspirantes podían inscribirse a través del Poder Judicial, Legislativo o Ejecutivo.
- Falta de transparencia: Solo el comité del Poder Judicial tenía una plataforma actualizada y visible.
- Tómbola para filtrar candidatos: Un sistema que no solo parece improvisado, sino que podría eliminar a aspirantes calificados de manera aleatoria.
Este diseño ha generado desconfianza en la ciudadanía y en sectores clave como el gremio jurídico.
Un proceso politizado: el control de Morena
El hecho de que más del 87% de las inscripciones se hayan concentrado en los comités del Legislativo y Ejecutivo, controlados por Morena, refuerza las acusaciones de politización.
Las cifras son claras:
- 10,338 aspirantes inscritos en el Legislativo.
- 9,000 en el Ejecutivo.
- Solo 2,948 en el Judicial.
Esto sugiere que los comités vinculados al oficialismo tuvieron un papel protagónico en la movilización de aspirantes, dejando al comité del Poder Judicial en una posición minoritaria, a pesar de ser el único con un sistema de registro transparente.
¿Una elección histórica o un experimento fallido?
El proceso promete ser único en el mundo, pero no necesariamente por las razones correctas. Entre las posibles anomalías destacan:
- Candidaturas sin competencia: En algunas circunscripciones podría haber un solo candidato, que ganaría con apenas un voto.
- Falta de claridad en la distribución de candidaturas: Aún no se sabe cómo se asignarán los puestos tras el filtro de la tómbola.
- Desconfianza generalizada: La percepción de desorden y trampa podría afectar la legitimidad del proceso.
Improvisación y trampa: ¿la marca de la Cuarta Transformación?
La Cuarta Transformación ha sido criticada por implementar reformas y procesos de manera apresurada, muchas veces sin un análisis profundo de sus implicaciones.
La elección de jueces y magistrados parece ser otro ejemplo de este patrón:
- Improvisación: Cambios de último momento y sistemas poco claros.
- Desorden: Falta de coordinación entre los diferentes comités.
- Control político: Uso de estructuras afines al partido oficial para movilizar registros.
Conclusión: un proceso que deja dudas sobre el futuro del Poder Judicial
La elección de personas juzgadoras para el Poder Judicial de la Federación debería ser un avance en la democracia mexicana. Sin embargo, las irregularidades y la percepción de control político amenazan con convertirlo en un experimento fallido.
El sistema de tómbola, los registros masivos en comités ligados a Morena y la falta de transparencia generan desconfianza en un proceso que, lejos de fortalecer al Poder Judicial, podría debilitarlo.
Ante este panorama, es vital exigir claridad, imparcialidad y rendición de cuentas para evitar que este proceso se convierta en un símbolo más de la improvisación y la trampa en la Cuarta Transformación.
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