Miles de indígenas de las etnias Tzotzil y Tzeltal se congregaron este domingo en Chenalhó, Chiapas, para exigir justicia por el asesinato del padre Marcelo Pérez y demandar el desarme de los grupos criminales que han sembrado violencia y desplazamiento en la región.
“Nosotros buscamos seguridad para nuestros pueblos, no solo aquí, sino en todo Chiapas”, declaró Enrique Díaz Sánchez, párroco de la iglesia de San Pedro, en apoyo a la reconstrucción de la paz en el estado.
La violencia en Chiapas ha generado una crisis humanitaria con asesinatos, desapariciones, desplazamiento forzado y reclutamiento en comunidades indígenas. Los manifestantes recordaron al gobierno estatal y federal su falta de acción ante esta escalada de crímenes.
Consignas de esperanza y resistencia
La marcha, convocada por la Diócesis de San Cristóbal de las Casas y diversas organizaciones civiles, tuvo un fuerte mensaje al gobierno:
- “¿Están con el pueblo o con el crimen?”
- “Alto al desplazamiento forzado”
- “No más proyectos de muerte”
Elena Vázquez, indígena tzotzil, expresó: “Luchamos contra la discriminación, pero ahora enfrentamos al crimen organizado. Vienen a violar nuestros derechos y a obligarnos a atacar a nuestros hermanos”.
El legado del Padre Marcelo Pérez
El asesinato del sacerdote indígena tzotzil, ocurrido el 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas, se convirtió en símbolo de lucha. Los manifestantes exigen que el gobierno esclarezca el caso y castigue a los responsables.
La memoria del Padre Marcelo Pérez une a las comunidades en su demanda de justicia. Su labor como defensor de derechos humanos y promotor de la paz es una inspiración para seguir resistiendo frente a la violencia.
El impacto de los megaproyectos y el narcotráfico
Los indígenas también señalaron que los megaproyectos iniciados durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y prometidos como continuos por la presidenta Claudia Sheinbaum, están destruyendo recursos naturales y beneficiando intereses externos.
La región enfrenta además una escalada de violencia protagonizada por el Cártel de Sinaloa, el CJNG y el autonombrado Cártel de Chiapas y Guatemala, que disputan el control del tráfico de drogas, personas y extorsión en la frontera con Guatemala.
Sheinbaum y el desafío de Chiapas
La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta una compleja situación en Chiapas, donde las comunidades indígenas exigen una postura clara y acciones contundentes. “Nos coordinamos y colaboramos, pero no nos subordinamos”, afirmó Sheinbaum recientemente, defendiendo la soberanía mexicana.
Sin embargo, para los pueblos indígenas, la prioridad es el desarme de los grupos criminales y garantizar un retorno seguro a los desplazados. “Gobierno, decide tu postura: ¿Estás con el pueblo o con el crimen?”, repitieron durante la marcha.
Conclusión
La marcha en Chenalhó es un grito de auxilio y resistencia. Los pueblos indígenas de Chiapas exigen justicia, seguridad y respeto a sus derechos ante una crisis que ha dejado huellas profundas. La presidenta Sheinbaum tiene ante sí el reto de atender estas demandas, no solo como un compromiso político, sino como un acto de humanidad hacia quienes han sido históricamente marginados.
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