El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) define el alcoholismo como una enfermedad crónica caracterizada por el abuso y la dependencia del alcohol. Las personas entre 20 y 39 años concentran el mayor porcentaje de muertes relacionadas con esta condición.
Aquellos que enfrentan entornos disfuncionales en la familia, el trabajo o la sociedad pueden recurrir al alcohol como vía de escape. Además, algunas personas son más vulnerables debido a su sistema de recompensa cerebral, lo que incrementa la probabilidad de desarrollar dependencia.
Impactos del alcoholismo en la salud
El consumo excesivo de alcohol afecta tanto la salud física como mental. Entre las consecuencias más graves se incluyen:
- Daño hepático y cirrosis
- Cáncer de hígado, esófago, cabeza y cuello
- Enfermedades cardíacas
- Trastornos mentales como ansiedad, depresión y psicosis
- Accidentes, violencia y autolesiones
- Riesgos aumentados para madre y bebé durante el embarazo
Señales de alerta de alcoholismo
- Dificultad para controlar la cantidad de alcohol consumido
- Necesidad de beber más para obtener el mismo efecto (tolerancia)
- Temblores, ansiedad o insomnio ante la abstinencia
- Problemas laborales, escolares o familiares
- Negación del problema
El IMSS considera el alcoholismo un problema de salud pública, no un vicio, y ofrece servicios para su detección y tratamiento. En casos graves, se recomienda acudir al área de urgencias. También brinda orientación médica gratuita a través del número 800 2222 668, opción 4, de 8:00 a 20:00 horas todos los días.
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