La Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán rindió un emotivo homenaje póstumo a Ana Daniela Barragán Ramírez, estudiante de 19 años de la carrera de Ingeniería en Alimentos, quien perdió la vida en la explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa, en el puente de La Concordia y calzada Ignacio Zaragoza. La ceremonia reunió a autoridades, docentes y compañeros de la joven para recordar su vida y legado.

Un altar y flores en memoria de Daniela

Para honrar a la estudiante, la comunidad universitaria instaló dos mesas llenas de flores y un altar en la FES Cuautitlán, que se convirtieron en el espacio central de la ceremonia. La coordinadora de la licenciatura, María Guadalupe Sosa Herrera, destacó el impacto de la pérdida:

“Su ausencia dejará una profunda huella, hoy su Facultad, sus aulas, los pasillos y jardines que alguna vez recorrió guardarán el eco de su entusiasmo, su dedicación y ese amor genuino que mostró por su carrera y la vida”.

Sosa Herrera subrayó que la comunidad de Ingeniería en Alimentos se unía en un mismo sentimiento de tristeza, cariño y gratitud, reconociendo todo lo que Daniela aportó en su tiempo en la universidad.

Recuerdos de docentes y compañeros

El doctor Guillermo Martínez Morua, profesor de Termodinámica, recordó a Daniela como una estudiante muy seria y dedicada, aunque con momentos de alegría que dejaban ver su sonrisa.

“Siempre fuiste una gran alumna. La noticia de tu partida repentina y trágica nos golpeó con fuerza, el dolor de tu ausencia es inmenso, pero tu legado perdurará en nuestras vidas y en la comunidad de tu luz y tu forma de iluminar nuestros días”.

Por su parte, en representación del estudiantado, Ariana Ciriaco Zavaleta reflexionó sobre la fragilidad de la vida y la importancia de valorar el tiempo junto a los compañeros, expresando solidaridad con la familia de Daniela:

“Hoy decimos hasta pronto, con la esperanza que donde quiera que esté, Ana Daniela siga brillando con la misma luz. Descanse en paz, querida compañera”.

Un tributo para la generación 49 de Ingeniería en Alimentos

La ceremonia, que involucró a toda la generación 49 de Ingeniería en Alimentos, incluyó la colocación individual de flores mientras sonaba la melodía Going Home (Me voy a casa) interpretada con gaita, creando un momento de recogimiento y homenaje. Este gesto simbolizó tanto el duelo por la pérdida de Daniela como el reconocimiento a su vida y dedicación académica.

Las autoridades de la FES Cuautitlán y la comunidad universitaria coincidieron en que, más allá del dolor, este tipo de homenajes sirve para fortalecer los lazos de solidaridad y apoyo entre compañeros y familiares en momentos difíciles. Además, la ceremonia permitió a los asistentes reflexionar sobre la importancia de valorar cada instante y reconocer el legado de quienes parten prematuramente.

Solidaridad con la familia y la comunidad universitaria

Durante la ceremonia, se expresó el sincero pésame a los familiares de Ana Daniela, destacando que la comunidad de la Ingeniería en Alimentos comparte su dolor y se mantiene cercana ante la tragedia. La coordinadora y los docentes reiteraron que la universidad continuará acompañando a la familia y compañeros en este difícil momento.

El homenaje también buscó inspirar a los estudiantes a recordar la pasión y entrega que Daniela mostró por su carrera y la vida académica, fomentando un sentido de unidad, resiliencia y memoria dentro de la Facultad.

Recordando a Daniela Barragán

El homenaje a Ana Daniela Barragán Ramírez en la FES Cuautitlán representa no solo un acto de despedida, sino también un reconocimiento a la vida de una joven dedicada y comprometida con sus estudios de Ingeniería en Alimentos. A través de flores, música y palabras emotivas de docentes y compañeros, su memoria permanecerá viva en la universidad y en quienes tuvieron la oportunidad de conocerla.

En momentos como este, la solidaridad y la unión de la comunidad educativa se convierten en un refugio frente a la tragedia, recordando que cada estudiante deja una huella imborrable en su entorno y que su legado puede inspirar a generaciones futuras.