El 31 de enero de 2025, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), dio a conocer dos importantes decomisos de drogas en las entidades del norte del país: Sonora y Baja California. Este anuncio subraya los esfuerzos del gobierno mexicano en su lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, así como su compromiso por asegurar la tranquilidad de los ciudadanos.
En Sonora, elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR), la Guardia Nacional (GN) y la propia SSPC, lograron la detención de dos individuos que transportaban 20 kilogramos de sustancias ilegales. La operación tuvo lugar en la carretera México 15, cerca del kilómetro 61, entre Santa Ana y Hermosillo.
El hallazgo de fentanilo y heroína en un autobús
El operativo de control y seguridad dio como resultado la localización de 36 paquetes en el compartimento de la llanta de refacción de un autobús de pasajeros. Estos paquetes contenían 16 kilogramos de fentanilo, una droga sintética altamente peligrosa, conocida por sus efectos letales, y 2 kilos de heroína. Ambas sustancias son de gran preocupación para las autoridades, pues su tráfico hacia Estados Unidos representa una amenaza para la seguridad nacional.
La detención de los sospechosos, quienes fueron informados de sus derechos constitucionales, se produjo sin mayores incidentes, y el caso fue turnado al Ministerio Público para su investigación.
Desmantelamiento de una red de metanfetamina en Baja California
El operativo en Baja California, por su parte, logró desmantelar una red de narcotraficantes que operaba en la región de Playas de Rosarito. Tras un cateo a un inmueble, las autoridades aseguraron cerca de cuatro toneladas de metanfetamina distribuidas en más de 3,200 paquetes. Este decomiso también incluyó un tractocamión, una camioneta, un arma de fuego y cartuchos, lo que revela la sofisticación y el alcance de la organización criminal.
Aunque no hubo personas detenidas en este operativo, la acción coordinada entre las fuerzas federales y estatales representa un golpe significativo al tráfico de metanfetamina, que ha aumentado en los últimos años debido a su alta demanda en el mercado internacional.
100 toneladas de drogas incautadas en menos de un año
El 28 de enero, García Harfuch destacó que, desde el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum, la administración ha logrado incautar casi 100 toneladas de drogas, un hito en los esfuerzos contra el narcotráfico. Entre las sustancias decomisadas, destacan:
- 1,197 kilogramos de fentanilo
- 34,388 kilogramos de metanfetamina
- 31,978 kilogramos de cocaína
- 24,946 kilogramos de marihuana
Además, se han asegurado más de 4,900 armas de fuego, casi 870,000 cartuchos, más de 450 granadas y 7,385 vehículos vinculados a actividades ilícitas. Estos decomisos no solo son una victoria en términos de cantidad, sino también en la lucha por reducir los niveles de violencia en el país, que en gran parte están alimentados por el tráfico de drogas.
Desafíos y perspectivas
Aunque los decomisos y las detenciones son un paso importante, el gobierno mexicano sigue enfrentando grandes desafíos en la lucha contra las organizaciones criminales que operan en el país. El narcotráfico sigue siendo una de las principales fuentes de violencia y desestabilización en diversas regiones, y las fuerzas de seguridad continúan trabajando para desmantelar estas redes.
En este contexto, el papel de las fuerzas federales y estatales es crucial, pero también lo es la cooperación internacional, especialmente con Estados Unidos, principal destino de las drogas producidas en México. La colaboración en materia de inteligencia y operaciones conjuntas es esencial para seguir debilitando a los cárteles de la droga.
¿Qué sigue para México?
El gobierno mexicano continúa implementando estrategias para reducir la producción y el tráfico de drogas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el narcotráfico sigue siendo un desafío complicado, y las autoridades tendrán que mantener la vigilancia y fortalecer las capacidades de las fuerzas de seguridad.
Además, la sociedad civil y las autoridades locales deben seguir colaborando para prevenir la proliferación de drogas en las calles y comunidades, un esfuerzo que va más allá de las detenciones y los decomisos.
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