Pablo Vázquez Camacho, secretario de Seguridad de la Ciudad de México, tiene un perfil difícil de igualar: sólida formación académica, trayectoria en la sociedad civil y experiencia tanto a nivel local como federal. Sin embargo, en una ciudad tan compleja como la CDMX, un currículum destacado no basta para garantizar la seguridad.
Mientras a nivel federal se optó inicialmente por estrategias como «abrazos, no balazos» para luego retomar un enfoque más operativo, en la capital del país el panorama de seguridad sigue enfrentando retos que van más allá de las capacidades de una sola secretaría.
Los nuevos desafíos de seguridad en la CDMX
Aunque la CDMX ha trabajado en mejorar la percepción de seguridad en los últimos años, sucesos recientes, como el homicidio en un restaurante en Polanco, reflejan que aún hay áreas críticas que demandan atención.
A continuación, analizamos tres problemas clave que, si bien no son competencia directa de la Secretaría de Seguridad, influyen enormemente en el entorno delictivo:
1. Transporte público en crisis: taxis y microbuses
Taxis no regulados:
- Un alto porcentaje de los “taxis rosas” incumple requisitos básicos de seguridad.
- Según el estudio Radiografía del Robo Violento en el Transporte Público de México Evalúa, los taxis son un vehículo recurrente para delitos como robos y secuestros exprés.
Microbuses descontrolados:
- Microbuses y similares normalizan el uso de estrobos y violan regulaciones, creando focos de delincuencia en rutas clave.
- La falta de supervisión permite que se conviertan en espacios propicios para delitos menores y hasta en herramientas del crimen organizado.
2. Motocicletas: de movilidad a riesgos urbanos
El incremento del uso de motocicletas con permisos de circulación emitidos en otros estados ha dificultado el control de su uso en la capital.
- Vehículos de reparto mal regulados: Muchas motocicletas de delivery son utilizadas para el transporte de drogas y vigilancia de posibles víctimas.
- Permisos de municipios como Guerrero y Morelos: Facilitan el anonimato y la falta de supervisión.
La falta de regulación efectiva convierte a las motocicletas en un desafío para las autoridades, aumentando su protagonismo en delitos de robo y acecho.
3. Giros negros: oficinas del crimen organizado
Los giros negros, que incluyen bares y antros fuera de regulación, se han consolidado como puntos clave para el crimen organizado.
- Espacios para delitos: Desde venta de drogas hasta trata de personas, estos lugares operan sin control.
- En junio de 2024, Martí Batres hizo un llamado a la regulación, pero las acciones contundentes han sido limitadas.
Estos negocios no solo afectan la seguridad de sus visitantes, sino que se convierten en nodos de delincuencia que extienden su impacto a las comunidades cercanas.
El reto: mantener la percepción de seguridad
Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, el reto de la CDMX es doble: consolidar los avances en seguridad y abordar los problemas estructurales que minan la confianza ciudadana.
¿Qué se necesita?
- Coordinación interinstitucional: Resolver los problemas de transporte público y giros negros requiere acciones conjuntas con alcaldías y dependencias locales.
- Romper pactos políticos: Para avanzar en seguridad, es necesario priorizar el trabajo técnico sobre acuerdos electorales.
- Regulación efectiva: La revisión de permisos de circulación, licencias y operación de negocios debe ser prioritaria.
Más allá de un buen secretario
Pablo Vázquez Camacho tiene las credenciales para liderar un esfuerzo sólido en seguridad, pero el éxito dependerá de la capacidad del gobierno de la CDMX para enfrentar los problemas estructurales que generan entornos propicios para la delincuencia.
La Ciudad de México tiene la oportunidad de consolidarse como una de las capitales más seguras de América Latina, pero solo si se apuesta por un trabajo técnico, institucional y libre de intereses políticos.
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