En un impactante reportaje de 60 minutos, la periodista Sharyn Alfonsi destapó una cruda realidad: alrededor de 200 mil armas de fuego provenientes de Estados Unidos cruzan la frontera y llegan a manos de los cárteles y el crimen organizado en México. Este flujo ilegal de armas, denominado el «río de hierro», se ha convertido en uno de los principales problemas de seguridad que afecta al país, y el gobierno mexicano ha tomado cartas en el asunto, demandando a las armerías de EE. UU. por su implicación directa en este tráfico.
El origen del «río de hierro»: las armerías de EE. UU.
El tráfico de armas ilegales desde Estados Unidos hacia México es un fenómeno que no es nuevo, pero los recientes reportajes e investigaciones han revelado la magnitud de este problema. Según documentos internos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de EE. UU. y las autoridades mexicanas, un número considerable de las armas recuperadas en México provienen directamente de comerciantes en Arizona. En particular, una tienda bajo la lupa es Ammo AZ, propiedad de Veerachart ‘Danger’ Murphy, quien ha asegurado que no está haciendo nada ilegal, aunque la evidencia sugiera lo contrario.
Las investigaciones de 60 minutos han rastreado más de 566 armas confiscadas en México a estos comerciantes de armas de EE. UU., revelando el nexo directo entre las ventas legales e ilegales que alimentan a los cárteles mexicanos.
El impacto directo en la violencia en México
La magnitud del problema es alarmante. De acuerdo con las declaraciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador, durante su gobierno se confiscaron más de 50 mil armas de alto calibre, de las cuales el 75% provenían directamente de Estados Unidos. Este tráfico masivo ha tenido repercusiones devastadoras para la seguridad y la estabilidad social en México. Las armas no solo alimentan la violencia de los cárteles, sino que también incrementan la crisis relacionada con el narcotráfico y el tráfico de fentanilo, una droga que ha desbordado los sistemas de salud y justicia en ambos países.
La demanda contra las armerías de EE. UU.
En respuesta a esta situación, el gobierno mexicano presentó una demanda civil ante un tribunal de EE. UU., buscando que las armerías como Barrett Firearms, Beretta USA, Colt’s Manufacturing, entre otras, sean responsabilizadas por facilitar el tráfico de armas hacia México. Esta demanda busca abrir la puerta a una responsabilidad legal para las empresas armamentistas que, según expertos, están al tanto de que muchas de sus armas terminan en manos del crimen organizado.
Aunque un juez desechó la demanda en 2024, el caso sigue adelante contra algunas de las empresas involucradas, como Smith & Wesson y Witmer. Las autoridades mexicanas esperan que el éxito de esta demanda sienta un precedente para la lucha global contra el tráfico de armas ilegales.
La cooperación entre México y EE. UU.: ¿una solución viable?
En medio de este panorama, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha subrayado la importancia de la cooperación bilateral en cuestiones de seguridad, aunque ha dejado claro que México no se someterá a la subordinación ante Estados Unidos. A pesar de las tensiones, Sheinbaum ha enfatizado que la colaboración entre ambos países es esencial para abordar de manera eficaz el tráfico de armas y la violencia relacionada con el narcotráfico.
La cooperación es clave, pero sin dejar de lado la soberanía de México. Para muchos, este enfoque podría ser la única vía efectiva para frenar el tráfico de armas ilegales y la violencia desbordada en la región.
Las consecuencias globales del tráfico de armas
El problema del tráfico de armas no es exclusivo de México. Jonathan Lowey, coabogado de México en la demanda, destacó que el tráfico de armas es un fenómeno global que afecta a muchas naciones. La capacidad de los fabricantes y distribuidores de armas para vender legalmente a individuos que luego las destinan al crimen organizado es un aspecto que debe ser controlado.
Este problema tiene repercusiones globales, ya que muchas de las armas que terminan en manos de criminales en México también llegan a otras partes del mundo, alimentando conflictos y violencia en diversas regiones.
La responsabilidad de los comerciantes de armas
Uno de los puntos clave de la demanda y la investigación es la responsabilidad de los comerciantes de armas. Aunque la mayoría de los vendedores actúan dentro de la legalidad, existe una pequeña fracción que facilita el tráfico a grupos criminales. Alejandro Celorio, abogado líder en las demandas contra las armerías, sostiene que es fundamental que los comerciantes de armas evalúen la legalidad de sus clientes y eviten caer en prácticas ilegales que favorezcan al crimen organizado.El mercado de armas en EE. UU. está regulado, pero las lagunas legales permiten que un pequeño porcentaje de armas se desvíen hacia el crimen organizado. Sin embargo, el caso sigue en pie, y las autoridades esperan que los tribunales de EE. UU. respondan a este creciente problema.
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