La lucha por la justicia para las víctimas de feminicidio en México ha dado un paso más con la captura y deportación de Luis “N”, presunto responsable del asesinato de Daniela Toledo Ocampo, ocurrido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en diciembre de 2021.
Luego de pasar más de dos años prófugo, el acusado fue detenido en Estados Unidos y deportado a México como resultado de una colaboración entre la Fiscalía General de la República (FGR) y el gobierno estadounidense. Su llegada al país se registró en la frontera de Tijuana, Baja California, donde fue entregado a las autoridades para posteriormente ser trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de Chiapas (FGJ).
El feminicidio de Daniela Toledo marcó un punto de inflexión en la exigencia de justicia en Chiapas. Su caso no solo indignó a su familia y amigos, sino que movilizó a organizaciones feministas y a la comunidad médica, que exigieron el esclarecimiento del crimen y la captura del responsable.
El feminicidio de Daniela Toledo: un caso que sacudió Chiapas
Daniela Toledo Ocampo, de 22 años, era Médica Interna de Pregrado en el Hospital de la Mujer de San Cristóbal de las Casas. Su asesinato ocurrió en diciembre de 2021, cuando su cuerpo fue encontrado en su departamento en la colonia El Relicario. La joven presentaba signos de violencia y huellas de estrangulamiento.
Desde el inicio, el caso generó indignación. Colectivos feministas y la comunidad médica alzaron la voz exigiendo justicia. Las cifras de feminicidio en Chiapas ya eran alarmantes: solo en 2021, 46 mujeres fueron asesinadas en el estado, y cuatro de estos crímenes ocurrieron en diciembre, el mismo mes en que Daniela perdió la vida.
A pesar de la denuncia pública y el reclamo de justicia, la captura del presunto feminicida se demoró más de dos años. Luis “N” logró escapar de México y se refugió en Estados Unidos, evadiendo a las autoridades hasta que finalmente fue localizado y detenido.
Deportación y captura: un paso hacia la justicia
Luis “N” fue deportado a México por autoridades migratorias estadounidenses y entregado en la frontera de Tijuana. Desde ahí, fue trasladado a instalaciones de la FGR, donde se procedió a su detención formal y se le leyeron sus derechos.
Las autoridades confirmaron que el sospechoso permanecerá bajo custodia hasta que se complete el proceso legal para su traslado a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde enfrentará la justicia por el feminicidio de Daniela.
La FGJ de Chiapas destacó en un comunicado su compromiso con el esclarecimiento del caso y la erradicación de la impunidad en crímenes de género:
“Con estas acciones, la FGJ de Chiapas refrenda su compromiso de velar por los derechos de las mujeres, garantizando cero impunidad”.
Feminicidios en Chiapas: una crisis sin freno
El caso de Daniela Toledo es uno más en un estado donde la violencia de género sigue en aumento. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2021 se registraron 46 asesinatos de mujeres en Chiapas. Sin embargo, solo 42 fueron investigados bajo el protocolo de feminicidio.
Desde el crimen de Daniela hasta la fecha, 111 mujeres más han sido asesinadas por razones de género en el estado. Estas cifras evidencian un problema estructural que sigue cobrando vidas y generando indignación en la sociedad.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) ha señalado que la falta de aplicación de la Alerta de Violencia de Género y la deficiente respuesta de las autoridades son factores clave en la impunidad de estos delitos.
¿Habrá justicia para Daniela Toledo?
La deportación y detención de Luis “N” es un avance en la búsqueda de justicia para Daniela Toledo y su familia. Sin embargo, su captura es solo el primer paso en un proceso legal que podría extenderse por meses o incluso años.
Colectivos feministas han advertido que seguirán de cerca el caso para garantizar que el feminicidio no quede impune y que el agresor reciba una sentencia acorde con la gravedad del crimen.
El feminicidio de Daniela Toledo es un recordatorio de la violencia que enfrentan las mujeres en México. Cada detención es un triunfo parcial, pero la verdadera justicia solo llegará cuando los feminicidios dejen de ser una constante en el país.
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