En México, la educación básica y media superior se concreta en casi 250 mil escuelas, que atienden a más de 30 millones de estudiantes con el apoyo de 1.5 millones de docentes. Estos espacios no solo son el núcleo de la enseñanza, sino también los escenarios donde se construye una educación que busca justicia social y equidad.
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) tiene claro que el cambio educativo empieza en las escuelas, fortaleciendo sus condiciones y procesos. Sin escuelas dignas, es imposible garantizar la formación integral de niñas, niños y jóvenes en el país.
¿Qué significa tener escuelas dignas?
Mejoredu plantea que las escuelas deben convertirse en entornos seguros, inclusivos y adecuados para el aprendizaje. Esto implica:
- Infraestructura y equipamiento: Aulas seguras, baños funcionales, espacios accesibles y conexión a internet.
- Condiciones de trabajo para docentes: Disminuir cargas administrativas y priorizar lo pedagógico.
- Participación democrática: Involucrar a estudiantes, docentes y familias en las decisiones escolares.
- Respeto a la diversidad: Promover prácticas inclusivas que combatan el racismo, clasismo, machismo y otras formas de discriminación.
La importancia de la Nueva Escuela Mexicana
Con el enfoque de la Nueva Escuela Mexicana, el currículo busca una educación integral, respetuosa de la diversidad cultural y enfocada en la construcción de un sentido humano en los estudiantes. Sin embargo, no se trata de reformar constantemente, sino de:
- Evaluar su implementación: Conocer cómo ha sido recibida y adaptada por las comunidades escolares.
- Fortalecer su diseño: Asegurar que responde a las necesidades locales.
- Capacitar a los docentes: Proveer formación continua adaptada a las demandas del currículo y de la diversidad estudiantil.
Docentes: agentes de cambio en el sistema educativo
El papel del personal docente es crucial. Para transformar la educación, necesitan:
- Formación especializada según el nivel y modalidad educativa.
- Espacios para el trabajo colegiado y la reflexión pedagógica.
- Políticas que apoyen su desarrollo profesional y respeten su diversidad.
Los maestros y maestras no solo son transmisores de conocimiento, sino líderes que inspiran y guían el cambio social desde las aulas.
Escuelas más inclusivas para una sociedad más justa
Es imprescindible construir políticas y culturas escolares que:
- Fomenten la interculturalidad: Respeten las diversas formas de ser, pensar y vivir de las comunidades estudiantiles.
- Combatan la discriminación: Generen un diálogo constante sobre los efectos del racismo, el clasismo y otras prácticas excluyentes.
- Promuevan la equidad: Garantizar que todas las niñas, niños y jóvenes tengan acceso a oportunidades educativas de calidad.
Hacia el 2024-2030: un proyecto educativo para el futuro
Para el próximo sexenio, es esencial que las propuestas de Mejoredu se incorporen en el plan nacional. La transformación educativa no puede depender únicamente de políticas generales; debe estar centrada en las escuelas, donde realmente se construyen los cambios.
Fortalecer la educación en México requiere un compromiso claro con las comunidades escolares, respetando sus singularidades y necesidades.
Reflexión final
La educación en México enfrenta retos enormes, pero también tiene oportunidades únicas para convertirse en un modelo de justicia social e inclusión. Con escuelas dignas, docentes capacitados y un currículo fortalecedor, es posible transformar el sistema educativo para las generaciones futuras.
¿Será este el momento en que las escuelas mexicanas se conviertan en verdaderos motores de cambio social? La respuesta está en nuestras manos.
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