En lo que va de 2025, México ha vivido una de las temporadas de lluvias más intensas de los últimos años. Ríos desbordados, presas casi llenas y tormentas atípicas han marcado el panorama climático nacional.
Pero ¿por qué este año ha sido tan lluvioso? La respuesta, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), está en la combinación de dos fenómenos atmosféricos que alteraron el comportamiento del clima: la Fase Neutra y la Oscilación Madden-Julian.
Un año marcado por las precipitaciones
Desde el inicio de la temporada, el SMN, órgano dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha mantenido en alerta a las autoridades ante el incremento de lluvias en casi todas las regiones del país.
De acuerdo con Alejandro Jair García Jiménez, subgerente de Meteorología y Climatología, 2025 ha sido un año singular: “La temporada de lluvias aún no termina, pero ya podemos confirmar una actividad pluvial superior a la media nacional”, afirmó en entrevista con El Heraldo de México.
Las cifras respaldan su afirmación: el Sistema Cutzamala alcanzó un 96.79% de almacenamiento, un dato impensable en años recientes cuando la sequía amenazaba el abasto de agua en el Valle de México.
Beneficios y daños de un exceso de lluvia
Aunque las lluvias abundantes han beneficiado la agricultura, la ganadería y los mantos acuíferos, también han causado afectaciones en zonas urbanas.
Eventos como las tormentas del 10 de agosto, 27 de septiembre y 6 de octubre dejaron calles inundadas, daños materiales y tráfico colapsado en diversas ciudades.
Sin embargo, los meteorólogos insisten en que estos eventos son parte de un proceso natural influido por patrones globales que, al coincidir, amplifican la humedad y la precipitación.
Fase Neutra: cuando El Niño y La Niña desaparecen
El primer factor clave es la Fase Neutra, una condición climática en la que no se presentan ni El Niño ni La Niña.
Estos fenómenos, que alteran la temperatura del océano Pacífico, suelen modificar las lluvias a nivel mundial.
Pero al desaparecer ambos, el equilibrio oceánico permite que la atmósfera mantenga un ciclo de lluvias más estable y continuo, lo que en México se ha traducido en tormentas más frecuentes y de mayor intensidad.
“Al no existir una fase cálida o fría dominante, la atmósfera mexicana tuvo las condiciones perfectas para que las lluvias se prolongaran durante varios meses”, explicó García Jiménez.
Oscilación Madden-Julian: la lluvia que viaja por el planeta
El segundo fenómeno, menos conocido pero igualmente poderoso, es la Oscilación Madden-Julian (MJO).
Se trata de un patrón de ondas de baja presión que se desplazan alrededor del planeta cada 30 a 60 días, generando humedad y nubosidad.
Cuando esta oscilación coincide con la temporada de lluvias en México, potencia la formación de tormentas tropicales y precipitaciones prolongadas.
Esta combinación entre la Fase Neutra y la Oscilación Madden-Julian ha provocado que el 2025 sea un año récord en lluvias, con efectos visibles tanto en los ecosistemas como en la vida cotidiana de millones de mexicanos.
Lo que viene: el análisis final
El SMN realizará su análisis completo al cierre de la temporada de ciclones tropicales, el próximo 30 de noviembre.
Sin embargo, los primeros resultados apuntan a que estos dos fenómenos climáticos fueron los grandes responsables de un 2025 excepcionalmente húmedo.
En palabras del experto:
“Todo indica que la Fase Neutra y la Oscilación Madden-Julian se combinaron de forma inusual este año, generando un escenario de lluvias extraordinarias”.El 2025 quedará en la memoria de México como un año marcado por el agua: lluvias históricas, presas llenas y un equilibrio climático sin precedentes.
Más allá de los daños, este fenómeno resalta la importancia del monitoreo meteorológico y de la conciencia climática, en un país cada vez más vulnerable a los extremos del tiempo.
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