En un operativo que deja al descubierto las tácticas clandestinas del Cártel de Sinaloa, autoridades federales y militares lograron la detención de Juan Manuel Bernal Hernández, alias Drácula, quien fuera jefe de una célula criminal subordinada a Los Chapitos, en Escuinapa, Sinaloa.
El arresto de Drácula, junto con otros cuatro integrantes del grupo, evidencia el uso estratégico de centros de rehabilitación como escondites para sicarios y como parte de una red de operaciones que incluye el narcomenudeo y el control de actividades económicas locales.
El operativo: enfrentamiento y captura
El sábado 28 de diciembre, un inmueble en Escuinapa despertó sospechas por la presencia de personas armadas. Tras una investigación, las autoridades solicitaron una orden de cateo, que culminó en un enfrentamiento armado al momento de ingresar.
Durante el intercambio de disparos, un agente resultó herido, pero el operativo permitió asegurar:
- Cinco armas largas y un arma corta.
- Narcóticos.
- Un vehículo y un inmueble clave para las operaciones del grupo.
La detención incluyó a Drácula, quien era subordinado de Juan Francisco Villegas Vélez, alias El Güero Pink, jefe de plaza de Los Chapitos en la región.
Centros de rehabilitación: el refugio criminal
Las investigaciones revelan que Drácula administraba centros de rehabilitación que funcionaban como refugios para sicarios. En estas instalaciones, se ocultaban integrantes de células criminales mientras organizaban actividades ilícitas como:
- Compra-venta de armas y equipo táctico.
- Distribución de drogas al menudeo.
- Control de precios en la pesca de camarón, una actividad económica clave en Escuinapa.
Además, estos centros han sido señalados previamente como puntos estratégicos para el reclutamiento forzado y voluntario de personas.
Reclutamiento y violencia en centros de rehabilitación
El caso no es aislado. En diciembre, la Fiscalía General del Estado de Sinaloa informó sobre el reclutamiento de 31 internos de cinco centros de rehabilitación en Mazatlán. Según la fiscal Zulema Sánchez Kondo, este fenómeno involucró tanto la voluntad de los internos como la presión de grupos armados.
Días después, otro centro fue atacado hasta dejar un saldo de 18 personas heridas tras un incendio provocado por los agresores. Las víctimas presentaron quemaduras graves, y tres permanecen en estado crítico.
La lucha interna del Cártel de Sinaloa
La captura de Drácula se enmarca en la lucha interna entre Los Chapitos, liderados por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, y la facción de Los Mayos, comandada por Ismael El Mayo Zambada. Desde septiembre, esta guerra ha intensificado la violencia en Sinaloa, con tácticas cada vez más sofisticadas y brutales.
Impacto en la comunidad y el sistema de rehabilitación
El uso de centros de rehabilitación como parte de la infraestructura criminal subraya un grave problema en Sinaloa: la infiltración del crimen organizado en instituciones que deberían proteger a los más vulnerables.
Estos centros, diseñados para ofrecer una segunda oportunidad a personas con problemas de adicción, se han transformado en plataformas para actividades ilícitas, poniendo en riesgo a internos y trabajadores.
Un paso hacia la justicia, pero queda mucho por hacer
La detención de Drácula representa un golpe significativo contra Los Chapitos, pero también resalta las estrategias complejas que utilizan estos grupos para operar bajo el radar. A pesar de este avance, la violencia y el control territorial del Cártel de Sinaloa continúan representando un desafío monumental para las autoridades.
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