Un estudio científico realizado por la Universidad de Texas ha revelado un hecho alarmante: al menos 30 delfines en el Golfo de México dieron positivo a fentanilo y otras drogas. Este descubrimiento subraya el creciente impacto de las actividades humanas en los ecosistemas marinos.
El hallazgo se dio como parte de una investigación que comenzó en 2020, cuando un delfín muerto fue encontrado flotando cerca de la frontera entre México y Estados Unidos. Al analizar muestras de tejido del animal, los investigadores encontraron rastros de fentanilo, carisoprodol y meprobamato, entre otras sustancias químicas.
¿Cómo llegaron las drogas a los delfines?
Los expertos sugieren que las sustancias detectadas en los delfines podrían tener múltiples orígenes:
- Vertidos de barcos traficantes: La zona donde se realizó el estudio está cerca de Robstown, Texas, donde en 2023 ocurrió la mayor incautación de fentanilo líquido en la historia de Estados Unidos.
- Aguas residuales humanas: El uso de medicamentos y el mal tratamiento de aguas residuales podrían estar contribuyendo a la contaminación.
- Contacto directo: Las drogas podrían adherirse a la piel de los delfines al nadar en aguas contaminadas.
Los resultados del estudio
El equipo analizó un total de 89 delfines, vivos y muertos, en el Golfo de México, y encontró que 30 de ellos dieron positivo a al menos una droga. Aunque los rastros detectados eran en concentraciones bajas, los científicos advierten que estas sustancias representan una nueva amenaza para los animales marinos.
Según Dara Orbach, coautora del estudio, estos contaminantes son «el último de una serie de factores estresantes» que afectan a los delfines, como la contaminación acústica, el tráfico marítimo, el dragado y los derrames de petróleo.
Impacto en el ecosistema marino
La presencia de fentanilo y otras drogas en el Golfo de México es solo un ejemplo de cómo la contaminación humana está alterando los ecosistemas. Algunos de los principales impactos incluyen:
- Estrés fisiológico en los animales marinos: Los contaminantes químicos pueden afectar los sistemas nervioso y hormonal de los delfines, haciéndolos más vulnerables a enfermedades.
- Desequilibrios en la cadena alimenticia: La acumulación de sustancias tóxicas puede extenderse a otras especies, afectando el equilibrio del ecosistema.
- Degradación del hábitat: La contaminación química se suma a otros problemas como el cambio climático y la sobrepesca.
¿Qué podemos hacer?
El estudio subraya la necesidad urgente de tomar medidas para proteger los ecosistemas marinos. Entre las acciones sugeridas están:
- Fortalecer la regulación ambiental: Implementar controles más estrictos para el manejo de aguas residuales y la vigilancia marítima.
- Colaboración internacional: México y Estados Unidos deben trabajar juntos para combatir el tráfico de drogas y prevenir vertidos accidentales.
- Educación y conciencia pública: Sensibilizar a la población sobre el impacto de sus acciones en los ecosistemas marinos.
Una advertencia desde el océano
El hallazgo de fentanilo en delfines del Golfo de México es una alarmante señal del impacto humano en los océanos. Si bien las concentraciones detectadas son bajas, el hecho de que estas sustancias estén presentes evidencia la urgencia de proteger el medio ambiente marino.
La investigación no solo apunta a los problemas de contaminación, sino también a la necesidad de repensar nuestras prácticas como sociedad para garantizar un futuro sostenible para todas las especies que habitan nuestro planeta.
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