Alfonso Durazo y las declaraciones que sacudieron a Sonora
En un evento con cuerpos policiales, Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, lanzó una declaración que ha desatado una ola de críticas: afirmó que el 97.2% de los homicidios en la entidad son el resultado directo de las actividades ilegales de las víctimas. Según él, estas personas “se esmeraron en el transcurso de su vida en crear un entorno de riesgo”, lo que inevitablemente las llevó a su trágico final.
Estas palabras, lejos de calmar las preocupaciones sobre la inseguridad en el estado, han polarizado a la opinión pública, planteando cuestionamientos éticos y prácticos sobre cómo el gobierno aborda la seguridad y la protección ciudadana.
La seguridad en Sonora: un panorama alarmante
Sonora, uno de los estados con mayores índices de homicidios en México, enfrenta un promedio de tres asesinatos diarios. La inseguridad ha alcanzado niveles críticos, pero las declaraciones de Durazo no parecen apuntar a una solución, sino más bien a una narrativa que culpabiliza a las víctimas.
Este enfoque refleja un patrón preocupante en el discurso político sobre la seguridad pública en México, donde frases como “se matan entre ellos” o “los voy a acusar con su mamá” han sido recurrentes en administraciones pasadas y presentes.
“El que la hace, la paga”: la controvertida postura del gobernador
Durazo no se limitó a culpar a las víctimas. En su discurso, también instó a las familias a vigilar el comportamiento de sus integrantes, argumentando que las actividades ilegales de uno ponen en riesgo a toda la familia.
Este planteamiento ha generado críticas por lo que muchos consideran una visión simplista y estigmatizante de la criminalidad. Al implicar que casi todas las víctimas tenían vínculos delictivos, se invisibilizan las complejas dinámicas que alimentan la violencia en el estado.
Reacciones de la sociedad y el impacto político
La declaración de Durazo ha provocado una serie de reacciones:
- Familias de víctimas: Colectivos han señalado que el discurso minimiza el sufrimiento de las familias y revictimiza a quienes han perdido seres queridos.
- Expertos en seguridad: Especialistas critican la falta de propuestas claras para atacar las causas estructurales de la violencia y reducir los índices delictivos.
- Oposición política: Líderes de partidos opositores han acusado al gobernador de eludir su responsabilidad al culpar a las víctimas.
El contexto nacional: una narrativa que no es nueva
El discurso de Durazo no es un caso aislado. Desde administraciones anteriores, frases que justifican o minimizan la violencia han sido comunes en la retórica política. Lo preocupante es cómo este tipo de narrativa puede influir en las políticas públicas, desviando la atención de soluciones integrales y fomentando una visión punitiva que perpetúa la inseguridad.
¿Qué sigue para Sonora y su estrategia de seguridad?
Las palabras de Alfonso Durazo subrayan un problema de fondo: la falta de un enfoque efectivo para abordar la violencia. Mientras las autoridades no implementen estrategias que combinen prevención, justicia social y fortalecimiento institucional, es poco probable que los índices de homicidios disminuyan.
La seguridad no puede depender de culpar a las víctimas, sino de garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su contexto, vivan en un entorno seguro y libre de violencia.
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