El gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta uno de los mayores desafíos estructurales del país: la crisis de abasto energético. Con un sistema eléctrico que opera al límite, la estrategia presentada por la presidenta busca equilibrar la rectoría estatal y la colaboración con el sector privado para garantizar la sostenibilidad energética a largo plazo.
Una inversión necesaria, pero insuficiente
Según Emilia Calleja Alor, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se requerirá una inversión de 23,400 millones de dólares en el sexenio, un monto que supera en 3,000 millones de dólares al destinado durante el gobierno anterior.
¿Cómo se dividirá la inversión?
- CFE: Responsable de 12,000 millones de dólares, destinados principalmente a mantenimiento y reconfiguración de plantas.
- Sector privado: Deberá aportar el resto para ampliar y modernizar la red eléctrica.
El reto es enorme, ya que el mantenimiento de la red de transmisión exige al menos 20,000 millones de pesos anuales, mientras que la reserva energética nacional se encuentra por debajo del mínimo requerido, generando apagones programados en situaciones de emergencia.
El rol del sector privado: ¿Quiénes son los jugadores clave?
Ante las limitaciones presupuestarias del gobierno, el sector privado tendrá un papel crucial. Empresas internacionales, principalmente del Reino Unido, han mostrado interés en invertir en infraestructura energética mexicana. Entre ellas destacan:
- WTS Energy
- XWells
- Zuma Energía
- Engie
El gobierno busca diversificar sus aliados, alejándose de las compañías españolas que anteriormente dominaban el mercado energético mexicano.
Impacto de no invertir en energía: Costos y riesgos
La falta de inversión adecuada tendría consecuencias críticas:
- Pérdida de capacidad de generación: Un sistema obsoleto sería incapaz de satisfacer la creciente demanda.
- Riesgos ambientales y tecnológicos: La dependencia de infraestructura contaminante y anticuada retrasaría la transición energética del país.
- Mayor frecuencia de apagones: La falta de reserva energética genera vulnerabilidad en momentos de alta demanda.
Proyectos prioritarios del gobierno
Además de las inversiones en generación y transmisión, el gobierno de Sheinbaum planea impulsar proyectos turísticos y económicos, como el relanzamiento de Acapulco, en colaboración con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. Este tipo de iniciativas buscan diversificar la economía y generar ingresos que también podrían beneficiar al sector energético.
Más allá de la energía: Retos adicionales del gobierno
La administración enfrenta múltiples crisis que complican su panorama:
- Desabasto de medicamentos: Apenas el 39.44% de las claves necesarias han sido adjudicadas, dejando un déficit preocupante.
- Crisis en Pemex: Con deudas que superan los 20,000 millones de dólares, los proveedores de la petrolera enfrentan impagos que amenazan la estabilidad del sector.
- Casos judiciales pendientes: Retrasos en sanciones contra empresarios como los accionistas de Grupo GICSA han generado tensiones en el sistema judicial y cuestionamientos sobre su eficacia.
Conclusión: Un camino con desafíos
El plan energético de Sheinbaum busca equilibrar las necesidades inmediatas con las exigencias de modernización, pero la dependencia del sector privado y las limitaciones presupuestarias representan grandes desafíos. La sostenibilidad energética será clave para el desarrollo económico del país y su competitividad global.
El éxito dependerá de una implementación efectiva, la transparencia en la inversión y la capacidad del gobierno para garantizar un entorno favorable para el sector privado sin comprometer la rectoría estatal.
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