Este lunes 6 de octubre, el titular de la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (Agepro), Carlos Flores Hidalgo, presentó dos proyectos de mitigación vinculados al Puente Nichupté, los cuales se desarrollarán en el Malecón Tajamar, un área de humedales que en años anteriores ha sido foco de debate por la fragilidad ambiental de la zona.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Desarrollo Urbano Sustentable y Asuntos Metropolitanos del Congreso estatal, Flores Hidalgo confirmó que estos trabajos están a punto de iniciar y forman parte de los compromisos que buscan atender parte del daño que ya ha generado el megaproyecto carretero que actualmente registra un 87 por ciento de avance.
“Hemos firmado un convenio con la asociación civil Movimiento Social en Pro de los Derechos Humanos para echar a andar dos proyectos de mitigación vinculados directamente con el Puente Nichupté”, dijo.
De acuerdo con el funcionario, el primer proyecto denominado como Miradores Tajamar, contempla la instalación de circuitos peatonales elevados mediante un sistema de palafitos, con miradores que permitirán la interacción de la ciudadanía con el ecosistema sin invadirlo directamente.
Estos senderos de puentes, se elevarán sobre los 11 humedales que conforman el complejo de Malecón Tajamar, un ecosistema que durante años ha sido considerado como una de las principales barreras naturales de Cancún frente a fenómenos climáticos y de inundación.“Queremos crear conciencia ambiental y ecológica en la comunidad a través de espacios que permitan conocer la riqueza natural del Malecón Tajamar y al mismo tiempo protegerla”, comentó Flores Hidalgo.
Reordenamiento vial en Tajamar
El segundo proyecto presentado durante la comparecencia, fue clasificado como Organización Vial Tajamar, y con él se busca priorizar la movilidad de peatones y ciclistas en la zona a partir de la intervención de las vialidades que recorren todo Malecón Tajamar.
Como parte de los argumentos destacados por el titular del Agepro, es que este segundo proyecto tiene la finalidad de reorganizar la red vial para mejorar la seguridad de los usuarios, la imagen urbana y los servicios recreativos.
“La idea es darle prioridad al ciudadano común, al peatón y al ciclista, al tiempo que se mejora la movilidad y se amplía la oferta recreativa para toda la población de Cancún”, señaló.
Los antecedentes de Tajamar
Malecón Tajamar ha sido durante la última década uno de los puntos más polémicos en Cancún. En 2016 se registró la devastación de manglares para dar paso a un proyecto inmobiliario impulsado por la administración federal de ese entonces, lo que desató protestas masivas de ambientalistas y vecinos de la ciudad.
Las imágenes de maquinaria pesada arrasando con los humedales dieron la vuelta al país y marcaron un precedente de lucha ambiental en Quintana Roo. Diversos colectivos lograron frenar legalmente las construcciones, pero el daño en una parte importante del ecosistema ya estaba hecho.
A lo largo de los años, cada intento de intervención en Tajamar ha estado acompañado de manifestaciones de organizaciones ambientales y ciudadanía que exigen proteger este sistema lagunar.
Hoy, con los nuevos proyectos de mitigación asociados al Puente Nichupté, resurge la inquietud sobre si estas acciones serán suficientes para resguardar el equilibrio ecológico de la zona.


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