En 2015, el Gobierno de México registró apenas cinco casos de consumo de fentanilo. Diez años después, esta droga sintética se ha convertido en un problema de seguridad nacional, con efectos devastadores tanto dentro como fuera del país. Más allá de su impacto en la salud pública, el tráfico de fentanilo ha escalado a nivel geopolítico, siendo uno de los puntos clave en las negociaciones entre México y Estados Unidos para frenar los aranceles que el presidente Donald Trump pretendía imponer.
¿Cómo fue que el fentanilo pasó de ser una droga poco conocida a una de las principales preocupaciones de seguridad internacional? En este artículo, analizamos su evolución, el papel de los cárteles mexicanos y la creciente presión sobre México para frenar su tráfico.
El fentanilo: de analgésico a epidemia mundial
El fentanilo es un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Su uso legítimo es médico, ya que se receta para tratar el dolor intenso en pacientes con enfermedades terminales o sometidos a cirugías. Sin embargo, su potencia ha sido explotada por los cárteles mexicanos, quienes lo producen en laboratorios clandestinos y lo comercializan en Estados Unidos, donde ha causado una crisis de sobredosis sin precedentes.
En 2019, un informe del Congreso de Estados Unidos reveló que China era el principal proveedor de fentanilo para el mercado estadounidense. Pero cuando Beijing implementó controles más estrictos, los cárteles mexicanos tomaron el control de la cadena de producción y se convirtieron en el principal eslabón del tráfico de esta droga hacia Norteamérica.
Los cárteles mexicanos y su rol en el tráfico de fentanilo
Con la reducción de envíos directos de fentanilo desde China, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) encontraron la oportunidad perfecta para apoderarse del mercado. En lugar de depender de laboratorios extranjeros, comenzaron a importar precursores químicos y a fabricar la droga en México.
¿Por qué el fentanilo es tan atractivo para el narcotráfico?
- No requiere cultivos extensivos como la amapola o la marihuana.
- Su producción es más barata y las ganancias son mucho mayores.
- Es fácil de mezclar con otras drogas como la heroína o la cocaína, aumentando su rentabilidad.
- Un solo kilo de fentanilo puede producir hasta un millón de dosis, lo que lo hace extremadamente lucrativo.
En 2024, la Secretaría de Salud de México reconoció que esta droga sintética ha desplazado a otros narcóticos tradicionales, y que su producción es difícil de detener debido a la facilidad con la que los grupos criminales pueden modificar su proceso de síntesis para evadir controles.
A pesar de los esfuerzos internacionales para regular la venta de precursores, los cárteles han encontrado proveedores en India y Turquía, lo que les permite seguir operando sin depender exclusivamente de China.
México: de país de tránsito a consumidor de fentanilo
Hasta hace unos años, México era solo un país de paso para el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Sin embargo, su consumo interno ha ido en aumento, especialmente en estados fronterizos como Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua.
Uno de los mayores riesgos es que muchos consumidores no son conscientes de que las sustancias que están ingiriendo contienen fentanilo. Esto ha provocado un incremento en sobredosis mortales dentro del país, lo que ha llevado a las autoridades a reforzar las campañas de prevención.
Récords en decomisos dentro y fuera de México
El combate contra el fentanilo ha llevado a un aumento significativo en los decomisos de esta droga, tanto dentro como fuera de México.
📌 Cifras clave:
📍 Entre 2016 y 2020, México incautó 961 kg de fentanilo.
📍 En julio de 2022, el Ejército Mexicano decomisó 542 kg en Sinaloa, el mayor aseguramiento hasta ese momento.
📍 En diciembre de 2024, se incautaron 1,100 kg de fentanilo en Ahome, Sinaloa, en un operativo contra la organización de Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapo Isidro”.
El fentanilo también ha cruzado fronteras
En Columbia Británica, Canadá, la Policía Montada desmanteló un “súper laboratorio” en 2024, donde encontraron 54 kg de fentanilo y 390 kg de metanfetaminas. Aunque no se reveló qué grupo criminal estaba detrás, las sospechas apuntaron a los cárteles mexicanos, que han expandido su presencia en ese país.
Presión de EE.UU.: México en el centro del conflicto
El tráfico de fentanilo se ha convertido en un tema clave en la relación entre México y Estados Unidos. El gobierno de Donald Trump ha insistido en que México debe endurecer su lucha contra el narcotráfico, y ha amenazado con sanciones económicas si el país no refuerza sus operativos.
En las negociaciones recientes, México ha utilizado su cooperación en la guerra contra el fentanilo como un argumento para obtener mejores condiciones comerciales con EE.UU., lo que demuestra cómo esta crisis ha dejado de ser solo un problema de salud pública y se ha convertido en una moneda de cambio en la política internacional.
Un problema sin una solución rápida
El fentanilo ha transformado el panorama del narcotráfico en México y ha generado presión internacional sobre el país. A pesar de los esfuerzos por combatir su tráfico, los cárteles han demostrado gran capacidad de adaptación, lo que hace que esta crisis esté lejos de terminar.
El futuro de la lucha contra el fentanilo dependerá de la cooperación entre México y Estados Unidos, así como de nuevas estrategias para regular los precursores químicos y desmantelar laboratorios clandestinos.
Por ahora, el fentanilo sigue siendo una sombra que empaña la imagen de México en el escenario global, afectando tanto su seguridad como su estabilidad política y económica.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR