La música como punto de conflicto en negocios mexicanos
Lo que antes era parte del ambiente cotidiano en bares, restaurantes, hoteles y estéticas, ahora se ha convertido en un dolor de cabeza para comerciantes de todo el país. La Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), respaldada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), inició un operativo nacional para exigir el pago de regalías por el uso de música en establecimientos, lo que desató un enfrentamiento con organizaciones empresariales.
Reclamos de los comerciantes por cobros excesivos
Dueños de negocios señalan que inspectores de la SACM llegan con documentos en mano y advierten que deben cubrir pagos mensuales que van de 5 mil a 120 mil pesos, dependiendo del tamaño del local. En caso de no hacerlo, amenazan con medidas legales, administrativas e incluso penales.
El presidente de la Canaco Juárez, Iván Pérez Ruiz, acusó directamente a la SACM de acoso y extorsión, señalando que los cobros se imponen sin tabuladores claros y sin especificar qué autores están representados. Como medida de presión, algunos empresarios plantearon dejar de reproducir música de Martín Urieta y otros asociados a la SACM.
La defensa de las autoridades y del IMPI
Ante la ola de críticas, el titular del IMPI, Santiago Nieto, defendió el operativo y recordó que cualquier establecimiento que realice comunicación o transmisión pública de música debe pagar regalías a los autores o sociedades que los representen. Explicó que el Instituto tiene la facultad de aplicar medidas cautelares, incluida la clausura temporal de tres días, contra quienes incumplan la ley.
Nieto subrayó que hasta agosto se habían realizado 2 mil 84 visitas de inspección, de las cuales más de la mitad fueron de oficio. También aseguró que se busca un “justo medio” para que las tarifas sean proporcionales a la realidad de los negocios.
Cámaras empresariales denuncian hostigamiento
En Chihuahua y Ciudad Juárez, la molestia de los comerciantes se hizo sentir con más fuerza. Pérez Ruiz afirmó que tras negarse a los pagos, muchos establecimientos reciben inspecciones del IMPI, lo que incrementa la presión y el riesgo de sanciones.
Los empresarios consideran que no existen reglas claras y que los cobros son desmedidos, por lo que han comenzado a organizar campañas de resistencia que incluyen dejar de reproducir música de autores afiliados a la SACM.
Hacia un acuerdo nacional
Para intentar calmar las tensiones, la Secretaría de Economía, el IMPI, la SACM y la Concanaco trabajan en un convenio nacional que establezca reglas claras y transparentes para el cobro de regalías. Este acuerdo busca principalmente proteger a micro y pequeñas empresas, garantizando al mismo tiempo ingresos justos para los creadores.
El reto será encontrar un punto de equilibrio entre la protección de los derechos de autor y la viabilidad económica de negocios que han enfrentado crisis constantes en los últimos años.
Un debate entre derechos de autor y sobrevivencia empresarial
La polémica refleja un dilema profundo: cómo proteger la obra de los autores sin asfixiar a los negocios que generan empleo y dependen de la música como parte de su atractivo. Mientras los empresarios claman por justicia y transparencia, los creadores insisten en que su trabajo debe ser remunerado.
Lo que está claro es que la música, más que un elemento de ambiente, se convirtió en el epicentro de un conflicto que exige soluciones inmediatas y justas para ambas partes.
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