Hasta una hora y media de espera para poder tomar un camión de transporte público, media hora para salir del centro de Cancún y otra hora más para llegar a casa.
Este viernes 15 de noviembre, el servicio de transporte público de la ciudad de Cancún se vio colapsado de 6:00 a 10:00 de la noche, en plena hora pico en el inicio de un fin de semana largo. Así es como los trabajadores perdieron hasta 3 horas del día en el transporte público, tan solo en el viaje de regreso.
Desde las 6:00 de la tarde comenzó a observarse un alto aglomeramiento de vehículos en el cruce de las avenidas Tulum y Nichupté, donde se encuentra la glorieta. Este punto de acceso a Plaza las Américas es la zona de donde sale la gran mayoría de las rutas de transporte público de Cancún.
Además, se registró el cierre de una lateral que va en dirección a Plaza de Toros sobre la avenida Sayil, lo que redujo la vialidad sobre la avenida Tulum, que es donde se mueve el 80% de las rutas del transporte público de todas las empresas.
Las filas eran largas, y cada vez más trabajadores salían de sus diferentes empleos, ya sea de la misma plaza o de las oficinas instaladas alrededor de la zona, e incluso aquellos que vienen de la Riviera Maya. Todos se juntaron en las Américas para esperar su camión.
Uno de los problemas más evidentes es que los diferentes camiones no podían llegar hasta los paraderos asignados, como la ruta 5, la 44 y la 17. Esto comenzó a generar un gran caos en esta zona de Cancún.
Las filas de los trabajadores y de los ciudadanos en general eran interminables. Aproximadamente 300 personas podían encontrarse esperando cerca de 90 minutos para poder conseguir un lugar en alguna de las unidades de cada ruta.
No obstante, cuando el vehículo ya se encontraba moviéndose, el tramo de la avenida Tulum que va desde Nichupté hasta la avenida Sayil ocupaba gran cantidad de tiempo, aproximadamente media hora.
Eso, sumado al tiempo de traslado hasta sus hogares, fue una pérdida de tiempo para los ciudadanos que pudieron haberlo utilizado con sus familias. El equivalente a dos partidos de fútbol o tres capítulos de una serie de Netflix fueron perdidos por el sistema de transporte público que colapsó en Cancún sin un motivo aparente.


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