El legado de Chomsky: Medios, poder y control narrativo
Noam Chomsky, reconocido lingüista y analista político, ha desmenuzado cómo los medios de comunicación son herramientas de control social. Según su decálogo de la manipulación mediática, estos no sólo informan, sino que construyen narrativas para beneficiar a las élites políticas y económicas.
Este marco analítico cobra relevancia ante el reciente reportaje de The New York Times, titulado “Esto es lo que nos hace ricos: Dentro de un laboratorio de fentanilo del cártel de Sinaloa”. Más que un ejercicio de periodismo investigativo, el artículo parece reforzar estereotipos y culpar a México de una crisis de salud pública profundamente enraizada en Estados Unidos.
"The New York Times":
— ¿Por qué es Tendencia? (@porktendencia) December 31, 2024
Porque sus periodistas publicaron fotos de cómo es el proceso de producción de Fentanilo en Culiacán. pic.twitter.com/1TEDxf1bvA
El reportaje de The New York Times: Entre la denuncia y la falacia
El artículo describe un laboratorio clandestino en Culiacán, donde supuestos miembros del Cártel de Sinaloa sintetizan fentanilo en condiciones rudimentarias. Las imágenes muestran estufas caseras, ollas y sustancias químicas manipuladas sin protección.
Aunque impactante, el gobierno mexicano, liderado por Claudia Sheinbaum, ha cuestionado la credibilidad de estas afirmaciones. Argumenta que el supuesto «cocinero» no podría sobrevivir a la exposición constante al fentanilo sin equipo de seguridad, dadas las altas tasas de mortalidad por sobredosis documentadas en Estados Unidos.
Además, estas narrativas ignoran un punto crucial: el problema del fentanilo no comienza en México, sino en la demanda estadounidense y en un sistema que permitió que los opioides recetados inundaran el mercado sin control durante décadas.
Una crisis con raíces profundas en Estados Unidos
El fentanilo, altamente adictivo y letal, es la principal causa de muerte por sobredosis entre personas de 18 a 45 años en Estados Unidos. En 2023, más de 70,000 personas murieron por esta causa, según datos de los CDC.
Estas cifras no son el resultado de laboratorios improvisados en México, sino de una crisis que inició en los años 90, cuando las farmacéuticas estadounidenses promovieron agresivamente opioides recetados. Esto creó un mercado de consumo masivo que persiste hasta hoy, alimentado por una demanda descontrolada.
México: Esfuerzos y compromisos frente a la crisis
A pesar de la narrativa que busca culpar a México, el país ha demostrado un compromiso sólido:
- Decomisos récord: En 2024, se confiscaron más de una tonelada de fentanilo y miles de litros de precursores químicos.
- Desmantelamiento de laboratorios: Las autoridades mexicanas han cerrado instalaciones clandestinas en estados clave como Sinaloa y Baja California.
- Colaboración bilateral: México ha trabajado en conjunto con Estados Unidos para enfrentar esta crisis, aunque exige un enfoque equilibrado que reconozca la responsabilidad compartida.
El contexto político detrás del señalamiento
El reportaje de The New York Times surge en un momento de transición política en Estados Unidos, donde figuras de extrema derecha han utilizado la crisis del fentanilo como herramienta para presionar a México.
Funcionarios del próximo gobierno de Donald Trump, como Marco Rubio y Michael Waltz, han sugerido medidas unilaterales, incluida la autorización de acciones militares contra los cárteles mexicanos. Estas propuestas, basadas en narrativas simplistas y sensacionalistas, buscan desviar la atención de las fallas del sistema estadounidense para abordar la crisis.
Un llamado a consumir información críticamente
El análisis de Chomsky sobre la manipulación mediática nos recuerda la importancia de cuestionar las historias que consumimos. El reportaje de The New York Times, aunque impactante, refuerza prejuicios y evade abordar las raíces estructurales del problema.
México no debe ser el único responsable de una crisis que encuentra su origen en la demanda estadounidense. La colaboración entre ambas naciones debe basarse en el respeto mutuo y en un reconocimiento honesto de los desafíos compartidos.
Una lucha conjunta, no una narrativa de culpa
La crisis del fentanilo es un problema global que exige soluciones integrales y colaboración genuina. Culpar a México no resolverá la crisis en Estados Unidos, y narrativas sensacionalistas como la de The New York Times sólo alimentan tensiones innecesarias.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha dejado claro que no tolerará injerencias ni narrativas que comprometan la soberanía nacional. La lucha contra el fentanilo debe ser un esfuerzo compartido, libre de prejuicios y manipulaciones mediáticas.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR