El operativo que culminó en la captura de César Osvaldo “N”, conocido como El Jalisco, representa otro golpe a los grupos delictivos que operan en el norte del país, específicamente en el municipio de Altar, Sonora. La acción, ejecutada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en colaboración con la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), y bajo la supervisión de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE), es parte de una serie de estrategias para desarticular el poder de células criminales que siembran terror en la región.
Operativo en Altar: La captura de un hombre y el aseguramiento de un arsenal
El pasado 8 de noviembre, las fuerzas federales y locales detectaron una caravana sospechosa en un camino de terracería de Altar. Este lugar, considerado estratégico en las rutas del tráfico de sustancias ilícitas, vio una inusual presencia de seguridad cuando las autoridades ubicaron tres vehículos con características que inmediatamente alertaron a las fuerzas armadas: una Dodge Ram 1500 modelo 2021, una Chevrolet Silverado con blindaje artesanal, comúnmente llamado “monstruo”, y una Chevrolet Tahoe con blindaje de fábrica.
A pesar de que varias personas en el lugar lograron dispersarse y evadir la captura, César Osvaldo “N”, oriundo de Guadalajara y apodado “El Jalisco”, fue detenido.
El apodo El Jalisco no es casual; responde a sus raíces y a las posibles conexiones que este individuo tendría con uno de los cárteles de mayor presencia en Jalisco y zonas aledañas. Según la Fiscalía de Sonora, este hombre está vinculado con una red de narcotráfico y otros delitos graves.
Lo asegurado: un arsenal listo para el combate
En el lugar, las autoridades hallaron un significativo arsenal que incluía un rifle Browning calibre .50, tres armas calibre 7.62×39, y una pistola de 9 milímetros. Además, se encontraron más de 3,700 cartuchos de diversos calibres, una cantidad que refleja la preparación armamentista de estos grupos delictivos.
Los vehículos incautados, de modelos recientes y blindaje tanto artesanal como de fábrica, demuestran el poderío logístico que manejan estos grupos en sus incursiones.
Además, las fuerzas de seguridad aseguraron equipo táctico: porta cargadores, pecheras, cascos balísticos, y hasta un par de máquinas para contar billetes. Estas máquinas son indicadores del flujo constante de efectivo manejado por las organizaciones, sugiriendo el gran volumen de ganancias que generan a través de la distribución de metanfetamina, delito que enfrenta el acusado.
Medidas judiciales: prisión preventiva y vinculación a proceso
Tras su captura, El Jalisco fue trasladado a Hermosillo, Sonora, donde fue presentado ante un juez. La decisión fue contundente: prisión preventiva, mientras en los próximos seis días se resuelve su vinculación a proceso. Esta medida es clave, pues no solo garantiza que el acusado permanezca bajo custodia, sino que envía un mensaje a otros miembros de organizaciones delictivas sobre la seriedad con que las autoridades abordan estos casos.
Adicionalmente, se notificó a la Fiscalía General de la República (FGR) para analizar posibles cargos federales que puedan sumarse a los delitos locales.
Sonora, una zona clave en la lucha contra el crimen organizado
El norte de México ha sido una de las principales áreas de operación de grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Altar, Sonora, en particular, ha sido escenario de múltiples enfrentamientos debido a su posición estratégica.
El trabajo conjunto entre Sedena, AMIC, y la Fiscalía de Sonora es un paso en la dirección correcta, aunque la región sigue siendo vulnerable a la actividad de grupos armados que operan en zonas rurales y fronterizas.
El éxito de este operativo podría ser una señal de que las autoridades están enfocadas en reducir el poder territorial y logístico de estas organizaciones. La captura de líderes y operadores clave en sus redes delictivas es fundamental para debilitar su influencia y proteger a la ciudadanía.
La importancia de una coordinación interinstitucional
Este caso demuestra la eficacia de la colaboración entre distintos niveles de seguridad y justicia en México. Los operativos exitosos, como el realizado en Altar, no solo impactan en la disminución del crimen organizado en áreas específicas, sino que también contribuyen a desarticular la red logística que soporta estas actividades delictivas. El hecho de haber asegurado armas de alto calibre, vehículos blindados y equipos tácticos reduce la capacidad de los grupos delictivos de operar con impunidad en la región.
La violencia y los conflictos territoriales en Sonora plantean retos a largo plazo, pero operativos como este reafirman la voluntad de las autoridades de frenar su avance.
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