La autopista México-Pachuca se convirtió en un escenario de caos y riesgo el domingo, luego de que una pipa cargada con más de 30,000 litros de combustible volcara, provocando un cierre total de la vialidad por más de ocho horas y la movilización masiva de cuerpos de emergencia.
Un grave accidente paralizó una de las arterias viales más importantes del Valle de México. La tarde del domingo, una pipa tipo cisterna que transportaba aproximadamente 32,000 litros de combustible volcó sobre la autopista México-Pachuca, a la altura de la zona conocida como «El Vigilante», en el límite de los municipios de Tlalnepantla y Ecatepec.
El incidente, ocurrido en dirección a la Ciudad de México, desató un impresionante operativo de seguridad para mitigar el riesgo de una explosión, ya que el impacto provocó que el contenedor se desprendiera y una de sus válvulas sufriera una avería, ocasionando una fuga de miles de litros de material inflamable sobre el asfalto.
Cierre total y caos vial por más de 8 horas
De manera inmediata, autoridades de la policía estatal y municipal cerraron por completo la circulación en los carriles centrales y laterales de la autopista con dirección a Indios Verdes, así como el carril confinado del Mexibús.
La medida provocó un caos vial kilométrico, dejando a miles de automovilistas y usuarios del transporte público varados durante horas. Muchos pasajeros tuvieron que descender de las unidades y caminar para buscar rutas alternas, como la Vía Morelos. Afortunadamente, y a pesar de la magnitud del accidente, el conductor de la pipa no sufrió lesiones de consideración y no se reportaron otras personas heridas.
La riesgosa quema controlada
Ante la magnitud del derrame, estimado en unos 8,000 litros de combustible, los cuerpos de emergencia tomaron una decisión drástica pero necesaria para eliminar el peligro. Durante la noche, y tras horas de trabajo cubriendo la zona con espuma especial, personal de Protección Civil de Tlalnepantla, en coordinación con bomberos y especialistas de Pemex, realizó una quema controlada del combustible derramado.
Esta maniobra, aunque riesgosa, fue ejecutada para eliminar cualquier posibilidad de un flamazo o una explosión, permitiendo finalmente iniciar los trabajos para reincorporar la pesada unidad y reabrir la circulación después de más de ocho horas de cierre.


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