Coahuila: Un bicentenario lleno de historia y significado político
El 2024 marcó el bicentenario del Congreso de Coahuila, un cuerpo legislativo cuya existencia comenzó como el Congreso de Coahuila y Tejas, establecido en 1824 tras la promulgación de la primera Constitución federal mexicana. Este hecho histórico no solo representa un aniversario significativo, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los avances y desafíos del parlamentarismo local en el contexto de los cambios nacionales que han marcado el año.
La Legislatura de Coahuila conmemoró este hito con la publicación de una «Memoria del Bicentenario del Congreso de Coahuila, 1824-2024», una obra de 270 páginas que recoge los logros, luchas y transformaciones del cuerpo legislativo a lo largo de dos siglos. Coordinada por el maestro Alberto Boardman, la memoria reúne las voces de historiadores, periodistas y exlegisladores, quienes ofrecen una visión profunda y crítica sobre el desarrollo legislativo del estado.
Un repaso por los momentos clave en 200 años de historia
Entre los eventos destacados de este bicentenario se encuentra la remembranza de un hito crucial en el parlamentarismo local: la apertura de las sesiones al público en 1982. Según relata el periodista Jorge Sosa del Bosque en la Memoria, fue durante la XLIX Legislatura que se logró este cambio histórico, gracias a la firmeza de la oposición representada por el PAN.
El entonces diputado Juan Antonio García Villa señaló la importancia de que las sesiones fueran públicas, conforme a lo establecido por la Constitución estatal. Aunque inicialmente resistido, el oficialismo cedió, marcando el inicio de una nueva era de transparencia parlamentaria en Coahuila. Este momento simboliza el esfuerzo continuo por fortalecer la democracia local frente a las prácticas arraigadas que limitaban la participación ciudadana.
Los logros no deben eclipsar los retos actuales
Si bien el Congreso de Coahuila ha sido testigo y protagonista de avances democráticos, también enfrenta un panorama preocupante. En las últimas décadas, el papel de los Congresos locales en México ha sido objeto de críticas por su falta de independencia frente al poder ejecutivo. Este problema se ha acentuado con la reciente aprobación automática de reformas constitucionales que, en lugar de consolidar la democracia, han generado dudas sobre su impacto en los derechos humanos y la transparencia.
La actitud servil de los Congresos locales en los recientes cambios a la Constitución —como la extinción de organismos autónomos y la ampliación de la prisión preventiva oficiosa— demuestra la necesidad de fortalecer los contrapesos y la autonomía legislativa.
¿Qué sigue para el parlamentarismo local?
El bicentenario del Congreso de Coahuila debe servir como un recordatorio de los valores democráticos que lo vieron nacer. Es crucial que las instituciones legislativas recuperen su papel como contrapesos efectivos, capaces de representar los intereses ciudadanos frente a las tendencias centralizadoras.
La memoria de estos 200 años no solo celebra el pasado, sino que también debe inspirar acciones para asegurar un futuro donde los Congresos locales sean verdaderos espacios de diálogo, transparencia y rendición de cuentas.
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